Las "madres de alquiler" ya pueden cobrar legalmente en el Reino Unido
La ley espa?ola declara nulos los acuerdos "con o sin precio"
Las madres de alquiler no podr¨¢n lucrarse a partir de ahora en el Reino Unido cuando acepten tener el hijo de una pareja incapacitada para ello. La nueva normativa, que permite la presentaci¨®n de una "nota razonable de gastos" por parte de la gestante, trata de impedir que la subrogaci¨®n maternal se convierta en una forma de comercio. La reforma ha sido avalada por el Ministerio de Sanidad brit¨¢nico, que ya hab¨ªa aceptado anteriormente la posibilidad de acuerdos similares, pero s¨®lo como ¨²ltimo recurso.
Cuando todos los tratamientos de fertilidad asistida fallan, pero la pareja sigue deseando tener un beb¨¦ propio, los ginec¨®logos brit¨¢nicos pueden sugerir el uso de la ¨²ltima v¨ªa posible, una madre de alquiler que soporta la gestaci¨®n y luego entrega el ni?o a la pareja. Hasta ahora, el procedimiento se prestaba a precios abusivos amparados por la falta de regulaci¨®n legal.En Espa?a, la Ley de Reproducci¨®n Asistida (35/1988) declara "nulo de pleno derecho el contrato por el que se convenga la gestaci¨®n, con o sin precio, a cargo de una mujer que renuncia a la filiaci¨®n materna en favor del contratante o de un tercero". Adem¨¢s, la misma ley establece que "la filiaci¨®n de los hijos nacidos por gestaci¨®n de sustituci¨®n ser¨¢ determinada por el parto". Es decir, que el hijo pertenece siempre a la mujer que lo da a luz.
En realidad, los tribunales brit¨¢nicos tambi¨¦n otorgan la filiaci¨®n a la mujer que da a luz en caso de litigio. Pero la nueva regulaci¨®n permite un arreglo econ¨®mico legal, siempre que haya acuerdo entre las partes.
Kim Cotton, pionera de estos acuerdos brit¨¢nicos, tuvo en 1985 un peque?o para otros padres por 6.500 libras (un mill¨®n y medio de pesetas). Desde entonces dirige una asociaci¨®n privada que gestiona contratos similares. Los problemas surgidos en varios casos sonados han llevado ahora al Gobierno laborista a regular el procedimiento. "Tratamos de evitar que las parejas est¨¦riles desembolsen sumas absurdas que pueden hipotecar sus vidas y el futuro del ni?o", ha dicho Tessa Jowell, secretaria de Estado de Sanidad.
Dos millones y medio
A partir de ahora, por "gastos razonables" se entender¨¢n los que cubran la manutenci¨®n, revisiones m¨¦dicas y p¨¦rdida de salario, si la madre de alquiler trabajaba, durante la gestaci¨®n. Aunque cualquier otro tipo de pago era ya ilegal antes de la reforma, la cifra de 10.000 libras (dos millones y medio de pesetas) era bastante habitual en los pactos particulares.Decisiones como la de Karen Roche, madre ya de dos hijos propios que fingi¨® un aborto para no ceder al ni?o de una pareja holandesa, no podr¨¢n, sin embargo, evitarse. Los tribunales brit¨¢nicos fallaron a su favor y conserv¨® al peque?o, hijo gen¨¦tico suyo y del var¨®n de la otra pareja. Su esposa hab¨ªa sufrido varios abortos y no pod¨ªa culminar un embarazo. En situaciones as¨ª, la madre que da a luz sigue siendo la ¨²nica considerada como tal por los jueces. En el estudio m¨¢s amplio elaborado hasta la fecha sobre los hijos de las madres de alquiler, la Sociedad Europea de Reproducci¨®n Humana y Embriolog¨ªa apunta a un incremento del riesgo de que padezcan enfermedades o defectos de nacimiento. Ello no impide a las parejas brit¨¢nicas que no consiguen sus objetivos en casa acudir incluso a Estados Unidos. Por unas 40.000 libras (unos diez millones de pesetas) pueden intentarlo de nuevo. Con dicha suma, centros que han hecho de la subrogaci¨®n materna su lema abonan los gastos m¨¦dicos, pagan a la madre de alquiler y a los abogados. Hace pocos meses, la actriz estadounidense Raquel Welch asegur¨® que pagar¨ªa hasta 30.000 libras (7,5 millones de pesetas) por encontrar una mujer que quisiera tener un hijo para ella y su novio, Richie Palmer, de 37 a?os. Ella supera ya la cincuentena.
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