?Qu¨¦ bello es vivir!
Que soy joven, ya lo s¨¦; que no s¨¦ de la vida ni la mitad de lo que pueden saber ( y..., c¨®mo no, a bien seguro saben) cualquiera de los inmensos padres de familia que llevan a sus inmensas y bien alimentadas familias, cogidas de la mano, por las partes altas de cualquier ciudad espa?ola, eso tambi¨¦n lo s¨¦. Pero lo que tambi¨¦n puedo en este caso intuir es lo bonito que debe ser tener dinero y decir ?no! al aborto. Un no a la vida de un ser humano, es verdad. Pero, se?ores, inmensos se?ores que tanto saben acerca de criar familias y colegios bien, mientras especulan con la educaci¨®n de sus hijos, ?de verdad no se dan cuenta que es mejor "matar" esa vida antes de que vea lo que le espera en la mayor¨ªa de los casos en que la madre solicita, pide, implora un aborto? Claro que para eso hay que salir del barrio de Pedralbes o Salamanca y ver que no todo es igual, que no para todo el mundo la cultura es tan f¨¢cil, que no todo el mundo nace con la dignidad que tanto les gusta reconocer como innata. Y veo las manifestaciones en la puerta del Congreso (la mayor¨ªa, alumnos de colegios, ?viva la manipulaci¨®n!) y de verdad querr¨ªa llorar, querr¨ªa gritarles: ?c¨®mo es posible estar tan lleno de farise¨ªsmo?... Y somos nosotros los "asesinos". Se nos llama asesinos por el hecho de no tener la situaci¨®n econ¨®mica para que el aborto no sea aborto, sino secretismo y mentira. Claro, lo que habr¨ªa que hacer es "pensar m¨¢s antes de decidir formar una familia". Perd¨®n por no tener mi vida planificada desde el primer curso en un colegio privado, en el que la misi¨®n es que piensen siempre por ti; perd¨®n por ver m¨¢s all¨¢ de crisis internacionales que despistan al personal, mientras en la puerta de mi casa sigue aquella gitana con la lata vac¨ªa; perd¨®n por no creer a los se?ores que en pulcra corbata dicen y dicen y dicen y dicen...; perd¨®n, al fin y al cabo, porequivocarme.-
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