El Salamanca desquicia al Bar?a
Luis Enrique fall¨® un penalti, con 1-0 en el marcador, y los salmantinos lograron el empate
El Barcelona volvi¨® a estrellarse contra el Salamanca. Es su bestia negra. Fue el ¨²nico equipo la pasada temporada que le gan¨® en sus dos compromisos. Y ayer, y pese a estar sobreaviso, volvi¨® a tropezar el equipo de Van Gaal. Y lo hizo de una forma extra?a pero que delata la fragilidad an¨ªmica de los azulgrana. Su partido fue correcto. Domin¨® a a un equipo que se anud¨® a su ¨¢rea, lleg¨® de forma continuada al remate, apenas pas¨® por situaciones de apuros y, cuando por fin, la l¨®gica de los acontecimientos se impuso con la llegada del gol de Cocu en el minuto 57, fue cuando empez¨® el tembleque y las tribulaciones de un Bar?a que se desinfl¨® de improviso. El detonante fue el penalti fallado por Luis Enrique s¨®lo tres minutos despu¨¦s del tanto.A partir de ah¨ª el Salamanca se fue a por el empate y lo consigui¨® de forma fulminante. Es m¨¢s, el argentino Cardetti que refresc¨® el ataque salmantino en la ¨²ltima media hora, llev¨® por la calle de amargura a la defensa azulgrana. El Bar?a ya no encontr¨® a partir de entonces otra manera de rescatar los dos puntos que se le escapaban que a base de individualidades y desquiciamiento. Van Gaal mantiene que no castig¨® a Giovanni dej¨¢ndolo en la grada pese a que hab¨ªa censurado al brasile?o por asegurar que prefer¨ªa no jugar a hacerlo fuera de su posici¨®n. La prestancia del joven canterano Xavi, que es quien ocupa el puesto que ocasionalmente se le hab¨ªa otorgado a Giovanni, dada la convalecencia de Guardiola y Celades, la agradeci¨® el equipo azulgrana. Ante un Salamanca que se fue tan atr¨¢s que a punto estuvo de acabar suicid¨¢ndose -le falt¨® el canto de un duro para que por dos veces Loren marcara en propia puerta y para que en el desconcierto Stelea enviara un bal¨®n a su propio travesa?o-, un hombre con la visi¨®n y la capacidad de asear el juego de conjunto como Xavi se convirti¨® poco menos que en el punto de referencia. Gracias a ¨¦l, a la alta velocidad que por momentos imprimi¨® a las circulaciones de bal¨®n el Barcelona y a los constantes cambios de posici¨®n de Rivaldo, Kluivert y Figo y las siempre imprevistas llegadas de Luis Enrique, se movi¨® el partido. Y eso era justo lo que no deseaba de ninguna de las maneras el Salamanca. Se resign¨® el equipo de Miguel Angel Russo a no tener m¨¢s horizonte que la divisoria ni otro objetivo que cerrarle todos los caminos del laberinto al Barcelona. Corino, Loren, Lanna, Edu Alonso, Lupidio convert¨ªan en una frondosa selva la frontal del ¨¢rea de Stelea. Y en eso qued¨® el Salamanca, incapaz de dar se?ales de vida ante Hesp durante tres cuartas partes del partido.
Adem¨¢s de la presencia de Xavi, Van Gaal introdujo dos novedades m¨¢s. Volvi¨® a confiar para el lateral derecho en Okunowo, en detrimento de Reiziger y liber¨® a Rivaldo de lo que menos le gusta al brasile?o: actuar en la punta izquierda. El brasile?o goz¨® de libertad de movimientos a espaldas de Kluivert. De hecho, no tuvo due?o fijo el extremo izquierdo azulgrana. Cocu y Roger y hasta el propio Rivaldo en alguna ocasi¨®n merodearon por la zona pero ninguno de ellos con una asignaci¨®n concreta. El entramado le sirvi¨® al Bar?a para llevar las riendas del partido. Pero desde que Luis Enrique fall¨® el penalti, todo se le fue al traste al equipo azulgrana que ni siquiera pudo aprovechar que el Salamanca qued¨® con diez jugadores durante los ¨²ltimos 20 minutos.
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