Selecciones: un agitado deporte
La participaci¨®n de selecciones deportivas catalanas en competiciones internacionales se ha convertido de nuevo en causa de movilizaci¨®n pol¨ªtica nacionalista. Sectores que desde hace d¨¦cadas persiguen esa presencia internacional han encontrado ahora en el Gobierno de Jordi Pujol un apoyo m¨¢s decidido que en otras ocasiones y se han lanzado directamente a la v¨ªa de la agitaci¨®n popular para conseguir su prop¨®sito. La Plataforma Pro Selecciones Deportivas Catalanas ha emprendido la recogida de firmas para presentar en el Parlament una iniciativa legislativa popular con la que pretenden eliminar la obligaci¨®n de que las federaciones catalanas formen parte de las espa?olas. Si lo consiguieran, eliminar¨ªan uno de los obst¨¢culos que impide la participaci¨®n catalana en las federaciones internacionales. Necesitan recoger 65.000 firmas en tres meses. Es un reto, pero no les parece inalcanzable. Pero ¨¦se no es el ¨²nico obst¨¢culo, y la recogida de firmas es principalmente un medio para sensibilizar a la opini¨®n p¨²blica y mostrar la existencia de apoyo popular a quienes se oponen a la participaci¨®n internacional del deporte catal¨¢n. Es decir, a los sectores catalanes contrarios, indiferentes o indecisos, al Gobierno espa?ol y las federaciones deportivas espa?olas. En pura teor¨ªa, esa recogida de firmas es totalmente innecesaria porque su objetivo cuenta ya con el apoyo previo de cinco partidos cuya representaci¨®n en el Parlament es m¨¢s que suficiente para aprobar una ley catalana del deporte hecha a su medida. Son Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU), Esquerra (ERC), Iniciativa per Catalunya (IC) y el Partit per la Independ¨¨ncia (PI). A ello se suma que desde el mes de junio el Gobierno de la Generalitat tiene un mandato del Parlament para que el proyecto de ley de deporte que est¨¢ elaborando promueva y facilite la participaci¨®n de selecciones catalanas en competiciones internacionales. El Gobierno de Pujol no se da prisa alguna para terminar este proyecto pese a que sabe que existe la mayor¨ªa parlamentaria para aprobarlo. Ser¨ªa, al menos en este aspecto, una ley muy parecida, si no id¨¦ntica, a la ley vasca del deporte, que el Gobierno presidido por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar ha enviado al Tribunal Constitucional. El propio Gobierno ha advertido ya que a una ley catalana del mismo prop¨®sito que la vasca le tocar¨ªa seguir el mismo camino. Otro motivo que ha decidido a CiU a apoyar la movilizaci¨®n popular en este asunto es el fracaso cosechado, en paralelo, en sus negociaciones con el Gobierno del PP para que la ley del deporte espa?ola, tambi¨¦n en proyecto, haga posible el reconocimiento internacional del deporte catal¨¢n. El Gobierno se muestra totalmente cerrado a las pretensiones de sus socios catalanes. De su preocupaci¨®n por el tema da idea la entrevista que la ministra de Cultura, Esperanza Aguirre, ha mantenido con el presidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI), Juan Antonio Samaranch. Hay algunas federaciones internacionales, muy pocas, que se han mostrado receptivas a los deseos de los nacionalistas catalanes. Pero las grandes organizaciones y federaciones deportivas, el COI y la Federaci¨®n Internacional de F¨²tbol Asociaci¨®n (FIFA), entre otras, s¨®lo admiten a los Estados. Para que esas grandes organizaciones puedan admitir selecciones catalanas en las competiciones tiene que suceder alguna de estas dos cosas: o bien modifican los reglamentos que restringen a los Estados la participaci¨®n en ellas, o Catalu?a modifica su situaci¨®n jur¨ªdico-pol¨ªtica y se convierte en un Estado soberano. La probabilidad de que var¨ªe alguno de estos dos condicionantes es tambi¨¦n muy escasa, por no decir nula. Tanto, que la v¨ªa que buscan abrir los promotores de la participaci¨®n catalana en las competiciones internacionales es la de ser considerados una excepci¨®n. Pretenden que se d¨¦ a Catalu?a el mismo trato que por situaciones hist¨®ricas y pol¨ªticas muy excepcionales se ha dado, por ejemplo, a Gales, Escocia, Irlanda del Norte e Inglaterra en las competiciones mundiales de f¨²tbol, en las que participan pese a formar parte de un ¨²nico Estado, el Reino Unido. La existencia de este precedente y otros del mismo tipo es lo que, seg¨²n algunas opiniones, podr¨ªa ser llevado a los tribunales internacionales en apoyo de las demandas catalanas. Se tratar¨ªa de reclamar para Catalu?a el mismo trato que a entidades nacionales de peso pol¨ªtico relativamente similar y conseguir que los tribunales obligaran entonces a las federaciones internacionales a admitirla. Pero incluso en el supuesto de que esa v¨ªa, que en cualquier caso llevar¨ªa muchos a?os de batalla jur¨ªdica, fuera transitable, exige tambi¨¦n la existencia de un fondo de movilizaci¨®n popular. Porque esa no es una causa que pueda moverse s¨®lo desde bufetes de abogados, aunque precisamente el informe del abogado belga Jean Louis Dupont es lo que ha abierto el cielo a los nacionalistas. La utilizaci¨®n de una reivindicaci¨®n de este tipo con fines pol¨ªticos o electorales es una tentaci¨®n irresistible para los partidos nacionalistas. Pero es un dato de la realidad que la existencia del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Catal¨¢n y de esta reci¨¦n creada Plataforma Pro Selecciones Deportivas Catalanas responde a un deseo vivo en sectores nacionalistas vinculados al deporte, m¨¢s radicales en este aspecto que los propios partidos nacionalistas. De ah¨ª que, finalmente, CiU se haya decidido a apoyarla, y de ah¨ª tambi¨¦n que el partido socialista haya querido mantenerse al margen. Es seguro, piensan unos y otros, que este asunto no estar¨¢ resuelto antes de las pr¨®ximas elecciones. Mientras tanto, se ha convertido ya en un objeto de agitaci¨®n nacionalista.
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