El colegio farmac¨¦utico dice que investigar¨¢ la venta de EPO sin control

Los colegios de farmac¨¦uticos reaccionaron con alarma y af¨¢n investigador ante la noticia de que la hormona dopante EPO se puede conseguir en las farmacias. El Consejo General de Colegios Farmac¨¦uticos de Espa?a y el Colegio de Farmac¨¦uticos de Madrid anunciaron ayer su intenci¨®n de abrir sendos expedientes de investigaci¨®n para sancionar a las farmacias a las que se identifique como expendedoras de EPO (v¨¦ase EL PAIS del domingo).

La sustancia dopante de moda, la EPO, abreviamiento de su nombre cient¨ªfico (eritropoyetina), se expende en algunas farmacias de Madrid sin receta y sin ning¨²n tipo de control a pesar de que se trata de un producto calificado como de "uso hospitalario" por el Ministerio de Sanidad. Su venta en farmacias est¨¢ prohibida -incluso con receta- y est¨¢ calificada como "sustancia dopante" por todos los organismos deportivos, aunque su detecci¨®n de su uso es imposible con los m¨¦todos actuales.

Pedro Capilla, presidente del Consejo Superior de Colegios Farmac¨¦uticos, parec¨ªa un hombre indignado ayer: "Queremos elaborar una lista de las farmacias que hayan infringido la normativa para actuar cuanto antes y levantar un expediente colegial de investigaci¨®n para que la comunidad aut¨®noma [las consejer¨ªas de Sanidad de las comunidades desempe?an la potestad de inspecci¨®n y sanci¨®n] proceda a sancionar a los responsables". Capilla expres¨® su incredulidad ante la informaci¨®n de que diez farmacias del centro de Madrid -visitadas al azar por EL PAIS- venden EPO sin ning¨²n control. El nombre comercial de la hormona adquirida por EL PA?S es Eprex y est¨¢ fabricado por los laboratorios Janssen-Cilag.

"Errores"

Capilla se pronunci¨® con rotundidad en defensa de su gremio: "Nosotros no tenemos la obligaci¨®n de controlar a las farmacias, actuamos cuando hay una denuncia y por eso queremos los nombres". El presidente de los farmac¨¦uticos admiti¨® la existencia de "errores" coyunturales pero dijo que no cree que las farmacias actuaran irregularmente "en esa cantidad", en referencia a la informaci¨®n publicada en EL PAIS: de diez boticas consultadas, todas accedieron, sea por ignorancia o con la intenci¨®n de hacer un buen negocio, a la venta de Eprex (se vende a 14.000 pesetas la caja m¨¢s peque?a). "Yo a un cliente, en principio, no le tengo que pedir receta ni nada si viene a pedirme un medicamento, y lo encargo al almac¨¦n. Pero luego, con el medicamento en la mano, es otra cosa", argument¨®. Capilla termin¨® su exposici¨®n con una analog¨ªa: "Cuando un delincuente pide un pasaporte se le dice que se le dar¨¢. Otra cosa es que luego se averig¨¹e que el reclamante es un delincuente". Sin embargo, EL PA?S lleg¨® a adqurir el producto prohibido, sin que se interrumpiera en ning¨²n momento el proceso. Y algunos farmac¨¦uticos lo solicitaron al almac¨¦n tras haber consultado el vadem¨¦cum donde consta que s¨®lo se puede usar en hospitales.

Sanciones

Desde la Consejer¨ªa de Sanidad de Madrid la postura es clara, seg¨²n un portavoz: "Los medicamentos calificados como de "uso hospitalario" por la Ley del Medicamento no tienen por qu¨¦ llegar a manos de los farmac¨¦uticos, salvo excepciones. Es m¨¢s, el laboratorio no puede suministrarlo a las farmacias salvo que la farmacia sea proveedora de un hospital". En caso de que se compruebe la existencia de una falta por parte de la farmacia, la Ley del Medicamento prescribe sanciones que van desde las 100.000 a las 2.500.000 pesetas de multa. Por su parte, el Colegio de Farmac¨¦uticos de Madrid, anunci¨® ayer que iniciar¨¢ una investigaci¨®n "con el fin de depurar las oportunas responsabilidades en que pudieran haber incurrido las oficinas de farmacia sometidas a muestreo".

Fuentes del Colegio anunciaron que se ha propuesto una revisi¨®n no s¨®lo de las farmacias sino de "toda la distribuci¨®n" de medicamentos, en alusi¨®n a las posibles responsabilidades de los almacenes a la hora de controlar la expedici¨®n a las farmacias de productos de exclusivo uso hospitalario.