El Atl¨¦tico naufraga como visitante
Sacchi lo atribuye a la falta de mentalidad del equipo, que hoy se enfrenta al CSKA
No es una cita para intimidar. El Atl¨¦tico es superior al CSKA se mire por donde se mire. El margen de error es sumamente amplio. Pero eso no priva a los rojiblancos de un evidente recelo, apoyado mucho m¨¢s en la propia inseguridad que en los temores que pueda despertar el rival o los factores externos. Los problemas se ubican en el mismo Atl¨¦tico, en su inexistente estilo, sus dudas permanentes, su juego vulgarizado, su falta de continuidad. Y en el caso concreto de esta noche (20.15, en el estadio Bulgarska de Sof¨ªa, ante el CSKA, ida de los dieciseisavos de la Copa de la UEFA), en su alarmante inseguridad lejos de casa.
Arrigo Sacchi llama al asunto "falta de mentalidad", y las estad¨ªsticas lo resumen as¨ª: el Atl¨¦tico ha naufragado en sus cuatro visitas oficiales. Perdi¨® en Valencia, empat¨® sin merecerlo ante el Espanyol, puso en peligro en Belgrado su eliminatoria europea frente al Obilic y se derrumb¨® con estr¨¦pito en Oviedo. Porque en el Calder¨®n, sin m¨¢s ratos de brillantez que los que alcanz¨® ante la Real Sociedad, al menos lo ha ganado todo.
"Es verdad", admite Sacchi, "fuera de casa siempre hemos jugado mal. Ah¨ª hay un problema. Tenemos dificultades porque falta mentalidad. El Atl¨¦tico es un equipo joven, tengo confianza en ¨¦l, pero debe crecer. No hay equilibrio entre c¨®mo se juega en el Calder¨®n y lejos de ¨¦l. Para ser un equipo competitivo hace falta car¨¢cter".
Menos preocupado por las bajas parece Sacchi en esta ocasi¨®n. No jugar¨¢ Aguilera, lesionado, ni Mena, sancionado. Y sobre todo no estar¨¢ bajo los palos Molina, tambi¨¦n castigado, lo que obligar¨¢ al t¨¦cnico a confiar en Jaro, un portero que lleva tres a?os sin rodaje competitivo. Pero el italiano, por ah¨ª, est¨¢ tranquilo. Est¨¢ seguro de que podr¨¢ presentar en Sof¨ªa un equipo fresco.
Y Jaro tan tranquilo
El destino le ha regalado la titularidad en Sof¨ªa. Pero Jaro, ya con 35 a?os, llega sin demasiadas pretensiones, con el escepticismo de quien sabe que no se juega nada. Que Molina recuperar¨¢ el puesto en cuanto venza su castigo y que ni un s¨®lo gramo de su porvenir ni su prestigio se pone en juego en Sof¨ªa. Por eso no est¨¢ nervioso, ni siquiera ilusionado. Por eso, tan acostumbrado como estaba ya al anonimato, se le ve inc¨®modo en primera plana, en pleno centro de la liturgia informativa del encuentro. Es un acto meramente profesional y como tal se lo toma. Su carrera tiene techo por arriba -fue el portero menos batido de la Liga 1994-95, en el Betis, con 25 goles en 38 partidos- y por abajo -en su estreno con el Madrid, frente al Milan, encaj¨® un gol por dar una patada al aire-. Ning¨²n episodio puede ya retumbar m¨¢s en su historial que cuando, con los ojos en blanco y graves problemas para respirar, perdi¨® el conocimiento durante 15 minutos tras un encontronazo con Dani en un entrenamiento con el Madrid.
Sus relaciones dentro del Atl¨¦tico ya le delatan. No est¨¢ integrado en el grupo, tampoco enemistado. Es un personaje lateral, generacionalmente m¨¢s pr¨®ximo a algunos miembros del cuerpo t¨¦cnico o directivos -Clemente Villaverde, el gerente, y Miguel ?ngel Ruiz, el secretario t¨¦cnico, jugaron con ¨¦l en el M¨¢laga- que a sus compa?eros actuales.
Pero m¨¢s all¨¢ de su estado de ¨¢nimo, lo que inquieta es su estado de forma. Jaro lleva tres temporadas pr¨¢cticamente en blanco. Dos partidos de Liga en la campa?a 1996-97, en el Betis, uno el curso pasado, ya en el Atl¨¦tico, y unos pocos encuentros menores de Copa o amistosos. Eso y los 20 minutos en fr¨ªo que jug¨® en Belgrado tras la expulsi¨®n de Molina.
CSKA: Ivanov; Kremenliev, Luoltchev, Radev, Naydenov; Tchomakov, Petrov, Yordanov, M. Petkov; Stantchev y Guentchev.
Atl¨¦tico: Jaro; Chamot, Torrisi, Santi, Serena; Roberto, Jugovic, Valer¨®n o Bejbl, Lard¨ªn; Juninho y Kiko.
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