Adi¨®s a 63 a?os de "glamour"
Ahora sus habitaciones est¨¢n vac¨ªas, pero durante 63 a?os se alojaron en ellas literatos como Hemingway y Azor¨ªn, hombres de estado de la Segunda Rep¨²blica y el franquismo, los actores m¨¢s cotizados, las actrices m¨¢s deseadas. El hotel Paradero de Ifach, que en febrero cerr¨® sus puertas en Calpe, en La Marina Alta, no contaba con unas instalaciones de lujo como reclamo. Su oferta se basaba en "el trato amable, la buena comida y su situaci¨®n", seg¨²n Pilar Garc¨ªa, su actual due?a. Se prev¨¦ que, a principios de 1999, la uni¨®n temporal de empresas Calport Marbella, SA, inicie la construcci¨®n de dos bloques de apartamentos. La oferta de la constructora la conoci¨® Pilar hace casi un a?o y la acept¨®. Cuando se le pregunta si no le da pena abandonar un hotel con tanta solera y tantos recuerdos de su familia, lo resuelve con un "?yo ya estoy hasta el gorro!". Afirma que llevar un hotel es mucho trabajo para una persona sola, aunque reconoce que algo s¨ª echar¨¢ de menos: "Las puestas de sol aqu¨ª son maravillosas". Lo cierto es que la ubicaci¨®n del hotel es inmejorable. La construcci¨®n se eleva justo al borde de la cala del Cantal Roig, a la sombra del Penyal d"Ifach y con el mar como espejo. Se respira tranquilidad, s¨®lo perturbada por el graznido de beb¨¦ llor¨®n de las gaviotas. Un lugar paradis¨ªaco que desde el primer momento quiso marcar la diferencia como destino de la gente con posibles. Cuando el hotel abri¨® en mayo de 1935 sus precios ya exclu¨ªan a la clase trabajadora: 12 pesetas la habitaci¨®n m¨¢s barata, cuando el salario medio de la ¨¦poca se calculaba en 6 pesetas. Adem¨¢s, el Paradero de Ifach era el ¨²nico lugar donde alojarse en la zona hasta el resurgimiento tur¨ªstico de Benidorm. Una buena cocina basada en recetas tradicionales y, sobre todo, el trato familiar que se dispensaba a los hu¨¦spedes contribuyeron a consolidar su buen nombre entre la alta sociedad. "Los famosos y las personas importantes agradecen que se les trate de un modo sencillo, sin mucho protocolo", asegura Pilar, que pas¨® su infancia rodeada de fetiches de la ¨¦poca como la actriz mexicana Mar¨ªa F¨¦lix, que le pein¨® las trenzas cuando ten¨ªa ocho a?os. El hotel lo fundaron el padre de Pilar, Antonio Garc¨ªa Sapena, y Manuel Giner Ivars. Durante la guerra civil fue requisado por el Frente Popular y despu¨¦s lleg¨® su periodo de m¨¢ximo esplendor hasta 1962, cuando muri¨® Pilar Vives Santacreu, madre de la actual propietaria. En ¨¦l se alojaron pol¨ªticos como Manuel Aza?a e Indalecio Prieto, estrellas como Orson Welles, Bette Davis y Geraldine Chaplin, acad¨¦micos como Pedro La¨ªn Entralgo y hasta el pr¨ªncipe de Prusia. Muchos de estos personajes ya han fallecido; sin embargo, dejaron su impronta en el libro de oro del hotel. Los pintores trazaron en sus p¨¢ginas arquitecturas de tinta china, los m¨²sicos estamparon su firma en pentagramas, los escritores plasmaron en palabras el espect¨¢culo del mar calpino. "En recuerdo de Gabriel Mir¨® queda abierta la sesi¨®n ante el mar latino. Espa?a, universalidad", escribi¨® Azor¨ªn en 1950. Hemingway qued¨® encantado: "El que quiera darse una leve idea del para¨ªso, que pase unos d¨ªas en el Paradero de Ifach, y luego lo comprender¨¢". El verano que viene, ese para¨ªso se vender¨¢ con forma de apartamento.
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