La cola del riesgo
Miles de personas visitan la feria dedicada al turismo rural y a los deportes de aventura en Las Rozas
Mario no se lo cre¨ªa: hab¨ªa conseguido tener entre sus brazos, durante varios minutos, a una cachorrita de puma. El muchacho, de unos diez a?os, sal¨ªa exultante del puesto que la Comunidad de Madrid tiene instalado en la feria de turismo rural y deporte de aventura (Expotural 98) que hoy concluye en Las Rozas. Contaba la haza?a a sus padres, que le contemplaban embelesados. "?Pesa m¨¢s que nuestra gata?", le pregunt¨® su madre. "M¨¢s del doble, y eso que s¨®lo tiene unos d¨ªas", asegur¨® emocionado el ni?o.Para cualquier chaval como ¨¦l, una feria como la que se inaugur¨® el jueves en el parque empresarial Eur¨®polis de Las Rozas es un peque?o para¨ªso. Expotural 98 pretende acercar al p¨²blico, no s¨®lo infantil, todo lo que puede dar de s¨ª el tiempo libre si se dedica al turismo de aventuras, rural, de fin de semana y a los deportes de riesgo. Una feria que en su cuarta edici¨®n se ha trasladado a Las Rozas, tras tres a?os celebr¨¢ndose en Colmenar Viejo. "Aqu¨ª hay m¨¢s p¨²blico potencial y est¨¢ m¨¢s cerca de Madrid", comentaba Ant¨®n Carre?o, el director del certamen, para justificar el cambio de ubicaci¨®n.
En los 75.000 metros cuadrados que ocupa Expotural, y previo pago de 500 pesetas de entrada, cualquiera puede montar a caballo, subir por un roc¨®dromo, engancharse a un parapente, deslizarle en esqu¨ªs por una pendiente enmoquetada, pasearse en un ciclomotor, volar en globo, subir a un trineo tirado por perros, andar en una moto de cuatro ruedas, pedalear en una bicicleta de monta?a o asistir a las conferencias y demostraciones en una carpa cubierta con m¨¢s de 200 expositores, repartidos en 85 puestos.
Ayer, s¨¢bado, sin embargo, no todo estuvo al ciento por ciento. La notable brisa impidi¨® el vuelo de los globos aerost¨¢ticos. La exhibici¨®n de mussin (perros con trineos) tuvo que ser suspendida porque uno de los monitores sufri¨® una desgracia familiar y la pared grande del roc¨®dromo no se instal¨® por problemas en su transporte. Aun as¨ª, las contingencias no echaron atr¨¢s a los aproximadamente 4.000 visitantes -seg¨²n Carre?o- que llegaron por la ma?ana y a los otros 4.000 que se apuntaron despu¨¦s de comer.
"Esto es muy duro, otra vez a la cola", se quejaba una madre cuando su hijo, impaciente, le tiraba del brazo para coger sitio a la entrada del planetario port¨¢til. Y es que las colas son casi las principales protagonistas: todos quieren montar en todo.
La explanada es uno de los puntos de mayor atracci¨®n, aunque ayer extra?aba que ni los propios monitores se despegaran un par de palmos del suelo. Luego explicaban a los profanos que no se trataba de despegar, que para eso se necesitaba una monta?a que permitiera lanzarse por su pendiente para volar hasta el valle. Mientras, por el aire, un parapente volaba porque su piloto iba sentado sobre una especie de ventilador. Un consuelo para los curiosos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.