"La mujer es la asignatura pendiente de la Iglesia"
Pregunta. ?En qu¨¦ consiste el proyecto de la C¨¢tedra de las Tres Religiones? Respuesta. Llevamos mucho tiempo hablando de la necesidad de que la universidad recuperase una parte de su legado. Durante muchos siglos la Comunidad Valenciana tuvo una gran actividad religiosa isl¨¢mica y hebrea. Tenemos un pasado musulm¨¢n y hebreo riqu¨ªsimo. Desde esta perspectiva propusimos la fundaci¨®n de una c¨¢tedra en la que se explicase a los universitarios este pasado y que a la vez supusiese un conocimiento de la realidad musulmana, hebrea y cristiana -que no se tiene que identificar siempre con lo cat¨®lico de aqu¨ª. Tambi¨¦n el mundo del Islam de hoy est¨¢ por repensar y reconocer, porque muchos medios de comunicaci¨®n de occidente nos han querido hacer ver que es el fundamentalismo argelino. P. Quiz¨¢ porque es el que m¨¢s ruido hace. R. Es el que m¨¢s ruido hace y a occidente siempre le interesa tener una bestia negra. Antes fue el comunismo y ahora hay que buscar otra en el Islam. El Islam ha dado pensadores que nos tienen que hacer recapacitar. Cabr¨ªa decir lo mismo del mundo jud¨ªo, que no es solamente lo que representan esos ortodoxos que hay en Jerusal¨¦n intentando quemar una mezquita musulmana, sino que ha dado tambi¨¦n grandes figuras del pensamiento. Esto es lo que pretende la c¨¢tedra: explicar que hay una gran riqueza en las tres religiones y que no tenemos por qu¨¦ ser enemigos. El buen Dios no quiere saber nada de las guerras de religiones, entre otras razones porque es el mismo. P. ?Si hay un solo Dios por qu¨¦ hay distintas religiones? R. En realidad, la percepci¨®n de Dios no es nunca absoluta, porque Dios es el absoluto. Nunca lo particular puede coger lo absoluto. Entonces, son percepciones distintas. La diversidad de religiones son la diversa percepci¨®n que unas culturas tienen del ¨²nico Dios. P. ?Hasta qu¨¦ punto el futuro de Europa no nos iguala con ese pasado que ha descrito? R. En efecto, ya no estamos viviendo en un mundo de guetos. Antes lo cristiano estaba en occidente, en ?frica estaba lo musulm¨¢n, en Asia estaba lo budista... Hoy estamos en una aldea global. La globalizaci¨®n significa el intercambio instant¨¢neo. Ya no hay barreras, y mucho m¨¢s en esta Europa que estamos construyendo, en la que tendr¨¢ que caber todo ser humano que quiera vivir en ella. No solamente vienen gentes de otros colores, de otras etnias, con otras lenguas, sino con otras culturas y otras religiones. Aqu¨ª se juega todo el futuro de Europa. Una Europa plural o una Europa excluyente, en la que los que no sean y piensen como nosotros est¨¢n exclu¨ªdos. Esta ser¨ªa la Europa del caos. La otra ser¨ªa una Europa como siempre tuvo que ser: humana. P. ?Puede aglutinar lo que siempre fue excluyente? R. ?sta es mi misi¨®n, por lo menos. Ser ecum¨¦nico no significa renunciar a la propia identidad. Llevo casi 20 a?os dando clases de ecumenismo, y por tanto muy cercano a pensadores y te¨®logos protestantes, y nunca me he sentido lejano de mi catolicismo. Me han hecho ver prespectivas que yo no ve¨ªa, pero eso lo ¨²nico que ha hecho es enriquecer mi catolicismo. No significa que cada uno deje sus grandes tradiciones, sino que nos hagamos ver que hay espacios ignorados por el otro que pueden ser patrimonio propio. P. ?Es dif¨ªcil ser ecumenista? R. Es dif¨ªcil cuando los prejuicios anulan la capacidad de reflexi¨®n. Si miras al mundo con los ojos que Dios te ha dado, ves que la diversidad es lo m¨¢s hermoso de los humanos. P. ?El ecumenismo es m¨¢s f¨¢cil por la base que por la c¨²pula? R. Sin duda. El ecumenismo nace del pueblo. Los pueblos, cuando se conocen, se aceptan. En cambio, al pol¨ªtico a menudo no le interesan los pueblos que no son el suyo. P. Para la c¨²pula eclesi¨¢tica tambi¨¦n es dif¨ªcil, ?no? R. En general, s¨ª. Pero hay excepciones bell¨ªsimas. Acude a mi mente Juan XXIII, quien desde la m¨¢s alta jerarqu¨ªa promovi¨® el ecumenismo en la Iglesia. Son casos excepcionales. Lo propio es que sea el te¨®logo quien proponga desde la reflexi¨®n lo que cristianos muy sencillos intuyen: que el catolicismo, el protestantismo y el anglicanismo deber¨ªan estar m¨¢s cerca. R. Ser te¨®logo tampoco debe ser f¨¢cil. R. Es una de las vocaciones m¨¢s hermosas. Tienes que hacer que tu fe sea razonada. No hay que tener la fe del carbonero. No es esto me lo creo porque me lo han dicho, sino esto lo voy creyendo porque veo que es razonable. A Dios no lo puedo probar a trav¨¦s de las matem¨¢ticas con una calculadora, pero mi fe, a trav¨¦s de mi estudio y mi an¨¢lisis, hace que ese Dios sea razonable. Se trata de creer en Dios sin dejar la raz¨®n aparte. P. ?Dios como met¨¢fora? R. Como met¨¢fora para poder vivir mejor, pero no simplemente salida de mi raz¨®n sino de mi existencia, que es anterior a mi raz¨®n. Con mi raz¨®n intuyo que esa met¨¢fora tiene un fundamento existencial. P. ?Por qu¨¦ los ateos siempre est¨¢n hablando de Dios? R. Es muy curioso. Porque en el fondo la idea y la existencia de Dios no se simplifica en la afirmaci¨®n y en la negaci¨®n. Dios est¨¢ m¨¢s all¨¢ de mi negaci¨®n o mi afirmaci¨®n. P. ?Los te¨®logos son inc¨®modos para la Iglesia o s¨®lo lo parece? R. El te¨®logo es un hombre de Iglesia. No est¨¢ al margen. Otra cosa es la jerarqu¨ªa. Es verdad que algunos te¨®logos, por sus reflexiones, han tenido alg¨²n enfrentamiento. La jerarqu¨ªa, siempre m¨¢s conservadora, quiere tener mucha paz y mucho orden. El te¨®logo no es que vaya contra la paz y el orden, pero quiere ir avanzando en la reflexi¨®n. La Iglesia mantiene al te¨®logo porque sabe que es una parte esencial de s¨ª misma, es su autocr¨ªtica. P. Una de las cr¨ªticas m¨¢s habituales a Juan pablo II es que no ha entendido la modernidad. R. Juan Pablo II tiene una personalidad muy compleja y los calificativos han de ser muy matizados. No se puede negar el atractivo que ha tenido durante 20 a?os, ni desconocer su historia concreta en una Polonia gobernada por un comunismo agresivo. Seguramente es verdad, que por este origen, no haya entendido la modernidad vista desde lo par¨¢metros de la Europa de occidente. P. ?Qu¨¦ le ocurre a la Iglesia con la mujer? R. La mujer es una asignatura pendiente. A menudo se reduce la cuesti¨®n a si puede ser ordenada sacerdote o no, pero mi convicci¨®n personal es que las mujeres, como dice un proverbio chino, sostienen la mitad del cielo. Si la mujer se hubiera apartado de la Iglesia, como lo hizo la clase obrera en el siglo XIX o la clase intelectual a principios del XX, habr¨ªa un caos. La mujer ha dado a la Iglesia unas dimensiones tan vitales y tan fuertes, que sostienen a la Iglesia. Una dimensi¨®n de servicio, callado, humilde, que el hombre no ha dado. Las comunidades cristianas en Suram¨¦rica no ir¨ªan adelante sin mujeres. La Iglesia habr¨¢ cumplido con ellas cuando puedan expresar su voz en todos los foros y estamentos. P. Uno de los asuntos que m¨¢s enfrenta a las mujeres con la Iglesia es el aborto. R. Yo no puedo estar a favor del aborto, porque estoy a favor de la vida. Habiendo dicho esto, tengo que decir que hay situaciones tan terribles que me gustar¨ªa que hubiese una palabra de comprensi¨®n. P. ?Por qu¨¦ prosperan tanto las sectas? ?Por dejaci¨®n de la Iglesia? R. Las sectas existen porque hay una sociedad que ha descuidado los valores que est¨¢n en sus ra¨ªces. Y en segundo lugar, porque algo est¨¢n buscando los j¨®venes que no les estamos dando en las iglesias. Quiz¨¢ una espiritualidad m¨¢s seria, unas eucarist¨ªas no sujetas al reloj. El problema es que muchos grupos, que son m¨¢s sectarios que ecum¨¦nicos, invitan a esto para engan?arte y manipularte. P. ?La conclusi¨®n ser¨ªa que la Iglesia ha perdido espiritualidad? R. La Iglesia ha perdido dimensiones espirituales. Ha querido mucha eficacia, muchos t¨ªtulos y muchos honores, pero ha perdido el Evangelio de Jesucristo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.