Tribunal antitabaco para menores
Experiencia piloto en Florida para convencer a los j¨®venes de los peligros que conlleva fumar
La cruzada contra el tabaco en Estados Unidos ha ganado una batalla decisiva con la entrada en funcionamiento del primer Tribunal Antitabaco de Menores.La corte establecida en el sur de Florida sirve como modelo piloto a nivel nacional y juzga a los j¨®venes que han cometido el "delito" de fumar en un lugar p¨²blico o simplemente haber sostenido en sus manos una cajetilla de cigarros a la vista de un polic¨ªa. El alcance de la ley se extiende tambi¨¦n a los millones de turistas que transitan por la zona, a s¨®lo 20 kil¨®metros de Miami. Las penas van desde una multa de 53 d¨®lares (unas 7.500 pesetas) hasta varios d¨ªas de servicio comunitario y un curso obligatorio para todos sobre los "peligros del tabaco".
Los fumadores que tienen menos de 18 a?os est¨¢n que echan humo con la medida, pero el creador de la idea, el juez Steven Shutter, explica satisfecho que la operaci¨®n para "salvar a la juventud del pernicioso vicio del tabaco" est¨¢ dando resultados espectaculares, porque en menos de cuatro meses "ya se han procesado alrededor de 700 menores".
La mayor¨ªa son estudiantes de entre 13 y 17 a?os o turistas que nunca han cometido un delito y que ahora se han visto ante la justicia por desconocer la nueva ley aprobada este a?o en Florida que tipifica el fumar como un "acto ilegal". Leyes similares est¨¢n vigentes en la mayor¨ªa de los Estados y ya hay m¨¢s de una treintena de condados interesados en seguir los pasos del juez Shutter en el condado de Broward.
D¨ªa y noche, agentes especiales del Departamento de Tabaco y Alcohol de Florida patrullan los centros comerciales, bares, restaurantes o simplemente los colegios o campus universitarios en busca de "delincuentes fumadores". A los que pillan, les dan una citaci¨®n judicial para comparecer ante el Tribunal Antitabaco de Menores, pero raramente se producen arrestos.
El ¨²ltimo viernes de cada mes, a las ocho en punto de la ma?ana, entre 150 y 200 j¨®venes, acompa?ados de sus familiares, se congregan en la sala de vistas presidida por el juez Shutter. Su se?or¨ªa les llama de uno en uno. "Les explico la ley y las consecuencias legales y f¨ªsicas de fumar. No siempre tengo ¨¦xito en que me escuchen, pero por lo menos les planto una semilla en su conciencia".
Shutter asegura que ejerce con benevolencia la imposici¨®n de las penas porque vive en carne propia lo dif¨ªcil que es dejar la adicci¨®n al estar casado con una fumadora empedernida. Normalmente concede la opci¨®n de pagar una multa de 53 d¨®lares o hacer varios d¨ªas de servicio comunitario. Pero todos los "delincuentes" tienen que pasar un curso de cuatro horas y ver un v¨ªdeo que tambi¨¦n es obligatorio para los padres de los menores. Y a los que reinciden les duplica o triplica la condena.
Un estudio de la Universidad Internacional de Florida sobre la eficacia del tribunal antitabaco muestra que uno de cada seis j¨®venes procesados por fumar ilegalmente deja el h¨¢bito. Al mismo tiempo, las estad¨ªsticas a nivel nacional revelan que la cifra de j¨®venes fumadores se ha disparado en los ¨²ltimos cuatro a?os.
Muchos de esos teenagers acuden anualmente a Fort Lauderdale, la ciudad que desde los a?os sesenta es el destino favorito de vacaciones de la juventud norteamericana y que es precisamente la sede del Tribunal Antitabaco de Menores. Eso la convierte en un potencial centro de persecuci¨®n antitabaco que afectar¨ªa a decenas de miles de menores.
La creciente corriente de pensamiento a favor de la libertad de fumar considera que la corte de Shutter es una seria intromisi¨®n del Gobierno en la vida privada de los ciudadanos. El juez est¨¢ de acuerdo con esa opini¨®n, pero s¨®lo cuando se trata de adultos: "Con los ni?os tenemos una responsabilidad especial, y al igual que no les permitimos conducir, tampoco les debemos permitir envenenarse con tabaco, pero cuando sean mayores que elijan lo que quieran".
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