Una pulsera hallada en el mar desvela el rastro de Saint-Exup¨¦ry

Un pescador de la costa marsellesa ha encontrado en su red, entre los salmonetes y otros peces capturados durante la faena, la pulsera plateada de Antoine de Saint-Exup¨¦ry, el autor de El Principito, el h¨¦roe aventurero y rom¨¢ntico que desapareci¨® en la mar hace 44 a?os sin dejar rastro mientras sobrevolaba la costa francesa. La pulsera lleva grabado el nombre "Antoine de Saint-Exup¨¦ry" y el de su mujer argentina, "Consuelo", as¨ª como la inscripci¨®n "Reynal and Hitchcock inc. 3864thave. NY City USA", que se corresponde con la direcci¨®n en Nueva York de los editores norteamericanos del escritor. Por incre¨ªble que parezca, la pulsera parece ser, efectivamente, la misma que Saint-Exupery llevaba el 31 de julio de 1944 cuando su avi¨®n fue abatido por las bater¨ªas antia¨¦reas alemanas. A expensas de un an¨¢lisis en profundidad, los descendientes del escritor dan por bueno el sorprendente hallazgo. Un avi¨®n ha supervisado la zona y en cuanto el tiempo lo permita varios barcos del buscador de tesoros submarinos Henri-Germain Delauze explorar¨¢n esa ¨¢rea.La fant¨¢stica noticia, un capricho del destino, un gui?o de la naturaleza, refuerza la leyenda creada en torno al autor de Vuelo nocturno y Tierra de hombres, aunque abre, quiz¨¢, la v¨ªa de la evaporaci¨®n del enigma sobre el paradero de los restos. Ayer mismo, un miembro de la familia apunt¨® que preferir¨ªa que la inc¨®gnita continuara sin ser despejada y que Antoine Saint Exupery siguiera enterrado en la inmensidad del mar.

El pescador Jean Claude Bianco, de 54 a?os, ha explicado que al vaciar la red de regreso a puerto encontr¨® un bulto brillante formado por un tejido "calcinado y petrificado" que envolv¨ªa la pulsera del escritor. Seg¨²n los especialistas, el tejido parece estar compuesto por fragmentos de un buzo de aviador de la ¨¦poca.

Apasionado del vuelo

Apasionado por los aviones, Antoine Saint Exupery trabaj¨® en el primer correo a¨¦reo A¨¦ropostales hasta que la empresa se vio obligada a cerrar. En 1939 se hizo piloto de guerra y cosech¨® un buen muestrario de condecoraciones, adem¨¢s de algunas heridas. Aunque fue apartado del servicio a causa de su edad, el escritor consigui¨® volver a pilotar gracias a sus influencias. El 31 de julio de 1944, el comandante de las Fuerzas Armadas Libres francesas Antoine de Saint-Exup¨¦ry sali¨® del aeropuerto de Bastia, en C¨®rcega, en una misi¨®n de reconocimiento fotogr¨¢fico de las defensas alemanas, como paso previo al desembarco aliado en la regi¨®n de La Provenza. Su avi¨®n, un Lightning P38, desapareci¨® de los radares norteamericanos a las 13,30 cuando contaba todav¨ªa con una hora de autonom¨ªa de vuelo. Todos los intentos por localizar el aparato llevados a cabo a lo largo de este medio siglo, preferentemente a lo largo de la costa de Niza, han resultado infructuosos. Sus familiares siempre se negaron a reconocer los cad¨¢veres perdidos que devolv¨ªa el mar. El descubrimiento de la pulsera permitir¨¢ orientar la b¨²squeda hacia el ¨¢rea situada entre Marsella y Toulon.