El Papa dice que falta serenidad para juzgar a la Inquisici¨®n
Denuncia la sobrecarga emocional del tema
La verdad sobre la Inquisici¨®n, los tribunales instituidos por el papado a mediados del siglo XIII para defender el dogma cat¨®lico de las herej¨ªas, no puede apoyarse sobre im¨¢genes del pasado mantenidas por la opini¨®n p¨²blica, "por estar sobrecargadas de una emotividad pasional que impide la diagnosis serena y objetiva" de los hechos, seg¨²n declar¨® ayer el Papa Juan Pablo II durante un simposio sobre la Inquisici¨®n organizado por el Vaticano.
El Papa pidi¨® a los estudiosos que han participado en el simposio que lleguen hasta el fondo de la historia porque, la Iglesia no puede pedir perd¨®n sobre esta oscura etapa de su pasado, "sin estar previamente informada acerca de las circunstancias de aquel tiempo".Karol Wojtyla se cit¨® a s¨ª mismo ayer, en la breve audiencia concedida al medio centenar de estudiosos que han participado en el simposio, para dejar constancia del deseo de purificaci¨®n y de veracidad que alienta a la Iglesia a la hora de entregarse a este profundo examen de conciencia que concluir¨¢ en el a?o 2000.
El p¨¢rrafo escogido de la carta apost¨®lica Tertio Millenio Adveniente, no deja dudas sobre la idea que anima al Pont¨ªfice al analizar el "cap¨ªtulo doloroso" de la Inquisici¨®n , "que est¨¢ caracterizado por el recurso manifestado, especialmente en algunos siglos, a m¨¦todos de intolerancia e incluso de violencia en el servicio de la verdad". Una conducta "que los hijos de la Iglesia no pueden afrontar sin ¨¢nimo de arrepentimiento".
Pero esta actitud de partida no significa que la Iglesia est¨¦ dispuesta a aceptar los datos que se manejan sobre los Tribunales de la Inquisici¨®n (y su versi¨®n romana del Santo Oficio) sin someterlos de una vez por todas al dictamen de los expertos.
Las sesiones del simposio organizado por la Comisi¨®n Teol¨®gico-hist¨®rica del Comit¨¦ Central del Gran Jubileo del A?o 2000 en el que han intervenido una apabullante lista de expertos, concluyeron ayer tarde. Entre los asistentes figuraban historiadores de las principales universidades europeas y norteamericanas (media docena de espa?oles), especialistas todos ellos en los diversos periodos de la Inquisici¨®n y en el desarrollo que tuvo en los diferentes pa¨ªses.
Algunos autores hacen hincapi¨¦ en la capacidad de coerci¨®n de la todopoderosa Iglesia en los a?os m¨¢s oscuros de la Edad Media, y en la indefensi¨®n de los presuntos herejes. ?sta ser¨ªa la posici¨®n de Natale Benazzi, autor del ensayo El Libro negro sobre la Inquisici¨®n.
Benazzi ha recordado en el diario Avvenire, ¨®rgano de la Conferencia Episcopal Italiana que "cuando la Iglesia en un tribunal se dirige a un reo y le acusa de un delito de conciencia, es evidente que el acusado no tiene forma de replicar. As¨ª naci¨® una ¨¦poca de terror".
Otros autores, como el brit¨¢nico Henry Kamen, sostienen con datos en la mano que la acci¨®n represora de la Inquisici¨®n, en concreto la espa?ola, que ha sido la bestia negra de todos los tribunales eclesi¨¢sticos para la opini¨®n p¨²blica, fue muy inferior a la llevada a cabo por otros pa¨ªses que, no contando con tribunales ad hoc (caso de Inglaterra) exterminaron a "brujas" y "herejes" de forma expeditiva. Las conclusiones del simposio, de car¨¢cter reservado, ser¨¢n dadas a conocer en el momento que as¨ª lo decida la Santa Sede. Est¨¢ previsto que en v¨ªsperas del Tercer Milenio, y tras el mea culpa que ya enton¨® la Iglesia en relaci¨®n con el pueblo jud¨ªo, v¨ªctima de un antijuda¨ªsmo en cierto modo alentado por los cristianos, el Papa pida perd¨®n tambi¨¦n por el da?o causado por los tribunales de la Inquisici¨®n.
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