Del esparto al taller mec¨¢nico
El Louvre de Par¨ªs o el lujoso tren de los faraones que recorre Egipto son algunos de sus clientes, al igual que los m¨¢s prestigiosos hoteles de medio mundo. La empresa Hijo de Augusto Mas comenz¨® hace 175 a?os a confeccionar de manera artesanal alfombras con esparto, ca?as y juncos de la sierra de Crevillente, y hoy sus telas visten los suelos de edificios tan ilustres como las salas privadas que ocupa la Familia Real en el Palacio de la Zarzuela o la ?pera de Estocolmo. La firma Augusta la cre¨® en 1823 Manuel Mas y seis generaciones de su familia estuvieron al frente de la f¨¢brica hasta 1995 cuando pas¨® a ser propiedad de los hermanos Mar¨ªa Teresa y Antonio S¨¢nchez Mas, hijos de un trabajador de la empresa que en 1971 se hizo con el 33% del negocio. A lo largo de su historia la empresa evolucion¨® con la mecanizaci¨®n de los distintos procesos de elaboraci¨®n hasta dotar a los talleres actuales de la tecnolog¨ªa punta con la que se fabrican en la actualidad las alfombras. La empresa celebra este a?o el 175 aniversario de su fundaci¨®n con un galard¨®n, el reconocimiento de la C¨¢mara de Comercio de Alicante a su trayectoria profesional. Las primeras exportaciones documentadas de la firma Augusta se remontan a 1867. Ese a?o, la empresa acude a las exposiciones de Valencia y Par¨ªs con sus productos. De aquel viaje, la firma conserva un diploma que acredita la obtenci¨®n de la medalla de plata de la Exposici¨®n Universal de Par¨ªs. El historiador Cavanilles document¨® tambi¨¦n esta gesta de los alfombreros crevillentinos: "Los vi en Par¨ªs con admiraci¨®n, a donde fueron sin seguridad de ganancias, sin entender la lengua. All¨ª vend¨ªan la estera fina con el nombre de tapis d"Espagne, y habi¨¦ndoles salido bien el primer ensayo, volvieron despu¨¦s todos los a?os hasta la declaraci¨®n de la guerra". Las exportaciones crecieron y en 1876, las alfombras Augusta se comercializan ya en los Estados Unidos. En 1876 acuden a la Muestra Internacional de Filadelfia, de la que conservan otro diploma de honor. El rey Alfonso XII, en reconocimiento a la proyecci¨®n internacional de la firma, distingue en 1876 a la f¨¢brica con el nombramiento de Miembro de la Sociedad de Fomento Espa?ola. La empresa es conocida durante esa ¨¦poca en Crevillente como la f¨¤brica gran. En los a?os sesenta, los herederos de la firma se desplazan a vivir a Alicante, la crisis entra en el sector y en 1971, el gerente de la firma Antonio S¨¢nchez Soriano compra a los propietarios el 33% de las participaciones del negocio. Sus hijos, Antonio y Mar¨ªa Teresa, ingeniero textil y licenciada en Empresariales, respectivamente, se hicieron con el control total de la firma en 1995 y comenzaron a invertir para mejorar los niveles de producci¨®n. "Nosotros apostamos por la especializaci¨®n, el dise?o, la calidad y para ello hemos invertido para contar con la tecnolog¨ªa m¨¢s avanzada", precisa Antonio. La entrada de los hermanos S¨¢nchez Mas coincide con una nueva expansi¨®n de la firma. "Alfombras nuestras se encuentran en el Palacio de la Zarzuela o restaurantes y hoteles de lujo de Estocolmo o Viena, aunque solemos vender a trav¨¦s de intermediarios muchas veces si sabemos cu¨¢l es su destino final", dice Mar¨ªa Teresa. La firma conserva pocos vestigios de su pasado. Los antiguos telares de madera han sido sustituidos por tejedores electr¨®nicos que son capaces de fabricar anualmente los 200.000 metros cuadrados de aflombras que exporta la f¨¢brica, y que en el mercado tienen un valor de 750 millones de pesetas. La empresa se ha especializado en la fabricaci¨®n de moquetas de alta calidad para uso hotelero y ¨²nicamente el 10% de la producci¨®n es de alfombras, todas ellas de dise?os exclusivos. Sus principales clientes son las grandes distribuidoras norteamericanas y europeas que compran el 70% de los productos. Hoteles tan famosos como el Ritz o las tiendas que la empresa de moda italiana Guzzi est¨¢n equipadas con moquetas Augusta.
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