La conferencia del clima arranca en Buenos Aires entre el pesimismo de sus organizadores

La cuarta conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio clim¨¢tico, que re¨²ne a delegados de 180 pa¨ªses, arranc¨® ayer en Buenos Aires en un ambiente de pesimismo. Al des¨¢nimo de los ecologistas y de varios ministros de Medio Ambiente -entre ellos el alem¨¢n Juergen Trittin- se uni¨® ayer el del propio secretario general de la conferencia, el malt¨¦s Michael Zammit-Cutajar, que presiente que la exigencia de EE UU de que los pa¨ªses en desarrollo reduzcan sus emisiones de CO2 va a convertir la cumbre en una "situaci¨®n pol¨ªticamente muy complicada".

ENVIADA ESPECIAL

Los cient¨ªficos, cuya alerta sobre el cambio clim¨¢tico ha sido ya aceptada por los pol¨ªticos, han dejado a ¨¦stos el protagonismo en la primera l¨ªnea de la lucha por atenuar la amenaza provocada por la emisi¨®n de CO2 y otros gases de efecto invernadero. Las controversias pol¨ªticas planean por el Centro de Congresos de la capital argentina que acoge a los 4.000 participantes de la IV Conferencia de las Partes de la Convenci¨®n de Naciones Unidas sobre Cambio Clim¨¢tico, continuaci¨®n de la cumbre de Kioto celebrada hace un a?o."Esta conferencia de Buenos Aires se produce en un momento muy especial de la tendencia que han adoptado las negociaciones respecto del cambio clim¨¢tico", dijo en la inauguraci¨®n la argentina Mar¨ªa Julia Alsogaray, nombrada ayer mismo presidenta de la conferencia en sustituci¨®n del japon¨¦s Hiroshi Ohki. "El protocolo acordado en Kioto ofreci¨® a la comunidad internacional herramientas m¨¢s concretas para avanzar en el cumplimiento del esp¨ªritu de la convenci¨®n firmada en Rio de Janeiro hace ya seis a?os. Buenos Aires puede ser, y sinceramente queremos que as¨ª sea, el ¨¢mbito en el que se determine ese programa de acci¨®n", afirmo Alsogaray, que tambi¨¦n es Secretaria de Recursos Naturales de Argentina.

En la Cumbre de la Tierra celebrada en Rio en 1992, los pa¨ªses pactaron un marco general de estabilizaci¨®n de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atm¨®sfera para evitar poner en peligro el sistema clim¨¢tico del planeta. Se acord¨® que los pa¨ªses industrializados deben reducir sus emisiones en un 5,2% para 2008-2012 respecto a los niveles de emisi¨®n de 1990.

Paso decisivo

Ahora, en Buenos Aires se trata de dar un paso decisivo para evitar que todo quede en palabras y declaraciones de intenciones. Pero el camino es trabajoso: hay que establecer los mecanismos de acci¨®n para el cumplimento de tal acuerdo de reducci¨®n. El atolladero es la insistencia de Estados Unidos para que los pa¨ªses en desarrollo asuman tambi¨¦n compromisos de reducci¨®n, pese a que est¨¢n excluidos de ellos por el protocolo de Kioto."La situaci¨®n va a ser pol¨ªticamente muy complicada", declar¨® ayer Zammit-Cujarat a EL PA?S. "El principal problema es la exigencia, planteada sobre todo por Estados Unidos, de que los pa¨ªses en desarrollo asuman aqu¨ª compromisos de reducci¨®n de emisiones, cosa a la que ¨¦stos se niegan. Argentina propone que sean compromisos voluntarios, pero los dem¨¢s pa¨ªses en desarrollo rechazan incluso eso".

Zammit-Cujarat resalt¨® luego en la inauguraci¨®n la importancia de mantener el ¨ªmpetu generado en Kioto: "El cambio clim¨¢tico debe permanecer como un tema central de las agendas pol¨ªticas nacionales. Los ministros deben mantener el compromiso de procurar un acuerdo y lograr resultados en el tiempo previsto".

Las posturas al respecto est¨¢n bastante claras. Pese a la flexibilidad manifestada por el anfitri¨®n, no seguida por otros pa¨ªses no alineados, Alsogaray ha declarado: "Por primera vez, una reuni¨®n de las partes de la cumbre del cambio clim¨¢tico tiene lugar en un pa¨ªs del hemisferio sur, y en particular en Latinoam¨¦rica, una regi¨®n que no es responsable hist¨®ricamente de los problemas del cambio clim¨¢tico. Pero queremos ser responsables en el futuro para solucionarlo".

La presidenta de la conferencia se refer¨ªa al argumento de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo que insisten en recordar que han sido las emisiones generadas por la utilizaci¨®n de combustibles f¨®siles desde la revoluci¨®n industrial de los pa¨ªses desarrollados las que han originado el problema de reforzamiento del efecto invernadero. Seg¨²n los cient¨ªficos, esta actividad humana ha inducido, al menos en parte, el calentamiento del planeta.

En la reuni¨®n de Buenos Aires participan, por ahora, 1.461 delegados de 163 gobiernos, 200 integrantes de 167 organizaciones que asisten como observadoras y m¨¢s de 600 periodistas. Durante la primera semana, denominada tramo t¨¦cnico de la reuni¨®n, los miembros de las delegaciones debatir¨¢n posturas, pactar¨¢n acuerdos y perfilar¨¢n resultados que deber¨¢n asumir en el segundo tramo, la semana que viene, cuando se espera que lleguen m¨¢s participantes a¨²n. Para esta fase se incorporar¨¢ a la conferencia la ministra espa?ola de Medio Ambiente, Isabel Tocino.