El 54% de mujeres asesinadas por sus parejas en M¨¢laga estaban separadas

Estar separada hace menos de nueve meses o haber comunicado a la pareja la intenci¨®n de hacerlo tras m¨¢s de 12 a?os de convivencia es un factor de riesgo. Esa es al menos la conclusi¨®n de una tesis doctoral realizada por Ana Isabel Cerezo, que asegura que el 54% de las mujeres asesinadas por sus parejas entre 1984 y 1994 en M¨¢laga y Melilla estaban separadas o hab¨ªan anunciado al agresor su prop¨®sito de abandonarles, y que el 64% hab¨ªa sido v¨ªctima anteriormente de malos tratos f¨ªsicos o ps¨ªquicos. "A mayor tiempo de permanencia con el agresor existe un mayor riesgo de ser v¨ªctima de un homicidio", asegur¨® Cerezo, que ha analizado los 46 casos de homicidio de mujeres a manos de su pareja en M¨¢laga y Melilla durante 10 a?os. La investigaci¨®n, que ha sido publicada por el Instituto Andaluz Interuniversitario de Criminolog¨ªa, viene a rebatir la idea de que estos cr¨ªmenes son cometidos por un marido que ha de lavar con sangre la honra mancillada por una esposa infiel. "La idea del honor juega un papel muy importante, pero la mayor parte de los delitos se producen a causa de un sentimiento insuperable de p¨¦rdida de algo que le pertenece". Perfil del agresor La investigaci¨®n define el perfil del homicida: adicto al alcohol o a las drogas en m¨¢s de la mitad de los casos, perteneciente a la clase trabajadora, de una edad que oscila entre los 30 y los 40 a?os y sin antecedentes penales. Adem¨¢s, suelen presentar algunos trastornos de personalidad tales como los celos infundados, la hipersensibilidad o la preocupaci¨®n excesiva por la fidelidad de la mujer. "No me parece l¨®gico que casi todos los d¨ªas salgan mujeres en los medios diciendo que temen por sus vidas y que no haya medidas de protecci¨®n espec¨ªficas para estas v¨ªctimas potenciales", asegur¨® Cerezo, quien considera que, adem¨¢s de las medidas contra los malos tratos son necesarias otras dirigidas espec¨ªficamente al grupo de mayor riesgo de ser asesinadas por sus parejas. El alejamiento del agresor es, en su opini¨®n, una medida adecuada aunque no siempre efectiva por lo que abog¨® por medidas y una ley de protecci¨®n de mujeres similar a la de protecci¨®n de testigos que prevea, entre otras cosas, el cambio de identidad de las v¨ªctimas potenciales y la ampliaci¨®n del plazo de permanencia en las casas de acogida. El estudio tambi¨¦n ha recogido los casos de mujeres que asesinaron a sus parejas en el mismo periodo de tiempo y en las dos ciudades. El n¨²mero es mucho inferior (siete casos, frente a los 46) y presentan unas caracter¨ªsticas bien diferenciadas a los homicidios cometidos por varones. "Las mujeres (que en su mayor¨ªa han sido antes v¨ªctimas de agresiones) suelen atentar contra la vida como defensa ante un ataque inicial de sus parejas o ante situaciones de desesperaci¨®n total y desamparo", asegur¨® Cerezo. El homicidio entre parejas constituy¨® en la d¨¦cada que analiza la investigaci¨®n m¨¢s de la mitad de los cr¨ªmenes en familia y el 12% de los 432 homicidios totales.