Abre Aznar

El presidente del Gobierno anunci¨® ayer que ha autorizado contactos directos con el entorno de ETA para afianzar el proceso abierto tras el alto el fuego. Sorprende que esta decisi¨®n fuera previamente comunicada al PNV, pero no as¨ª al PSOE, lo que dio lugar a una destemplada reacci¨®n socialista.Es razonable que mes y medio despu¨¦s del anuncio de tregua el Gobierno intente verificar las intenciones de la banda, sobre todo acerca de un abandono definitivo de las armas, como cabr¨ªa deducir de las palabras del portavoz que habl¨® por la BBC. Y ello, para ver si se cumple la condici¨®n establecida en el pacto de Ajuria Enea -"actitudes inequ¨ªvocas"- para activar un di¨¢logo que ayude a cerrar el problema terrorista. Se formule como se formule, la idea de paz por presos forma parte central de cualquier intento de reconciliaci¨®n, y est¨¢ en el planteamiento de Ajuria Enea.

Lo que est¨¢ expresamente excluido es que alguien intente extraer ventajas pol¨ªticas de la violencia. Es posible que a los 20 a?os de la aprobaci¨®n de la Constituci¨®n y casi tantos de los primeros estatutos de autonom¨ªa sea conveniente renovar los consensos que los hicieron posibles, e incluso incorporar a los mismos a quienes han permanecido deliberadamente al margen. Pero tal eventualidad no podr¨¢ ser el pago por dejar las armas. Pretender contraprestaciones pol¨ªticas por dejar de matar equivale a exigirlas por haber matado. De ah¨ª que cualquier di¨¢logo de alcance pol¨ªtico deba plantearse, como marca Ajuria Enea, entre representantes leg¨ªtimos de la voluntad popular. Con ETA puede hablarse de la reinserci¨®n de sus miembros, y para ello hay que establecer alg¨²n contacto. El Gobierno dice que quiere evitar secretismos que puedan un d¨ªa volverse contra ¨¦l. Bien est¨¢ que comunique sus intenciones. Pero parece l¨®gico que el primer destinatario del mensaje sea el primer partido de la oposici¨®n.