Una mirada al sur
El proyecto de Anna Maria Indrio (Roma, 1943) y el estudio C. F. Moller, uno de los m¨¢s conocidos de Dinamarca, logr¨® en 1993 ganar el concurso p¨²blico para la reforma del Museo Nacional de Arte de Copenhague. Las obras empezaron hace dos a?os y se han terminado (aunque algunos remates no est¨¢n acabados en las oficinas del museo) a tiempo. "Me gusta pensar que es una peque?a ciudad en el jard¨ªn", asegura la arquitecta. Para ella, la mirada al sur de Europa que ahora parece interesar a la arquitectura danesa viene de lejos. "En la tradici¨®n danesa ya se miraba al sur en busca de ideas". La Universidad de Aarhus est¨¢ inspirada en la tradici¨®n de la arquitectura toscana, una inspiraci¨®n adaptada al gusto de aqu¨ª: sobrio, limpio, b¨¢sico, que rechaza la ornamentaci¨®n y la recarga est¨¦tica. Para Indrio, en ese viaje al sur sobre todo gana el hombre: "El hombre se convierte en el centro del espacio, y yo, aunque trabajo aqu¨ª desde hace tiempo, reconozco que tengo esa educaci¨®n mediterr¨¢nea en la que el hombre es la parte esencial del edificio".Morena, peque?a y expresiva, la arquitecta italiana frena de ra¨ªz cualquier alusi¨®n a una posible arquitectura femenina. "Hablemos de dimensiones humanas, no masculinas ni femeninas". Y, coloc¨¢ndose sus gafas rojas de dise?o, a?ade: "He tenido trabajando conmigo a un equipo de 30 personas y bajo mis ¨®rdenes entre 300 y 400 obreros. Hay que ser agresiva, dura y ambiciosa para estar aqu¨ª. Hay que serlo si te gusta la competici¨®n, y a m¨ª me gusta. Creo que a muchas mujeres muy profesionales sencillamente no les interesa ganarse los inevitables enemigos que surgen en una situaci¨®n as¨ª. A m¨ª no me importa. Existen colegas, por supuesto, pero nunca son demasiados. Cuando est¨¢s al frente de un proyecto as¨ª hay que tener claro el objetivo". La arquitecta, admiradora del museo de Siza para Santiago de Compostela y del interior del Museo Reina Sof¨ªa ("me encantan sus salas, es una pena que los daneses odien la piedra vista en las paredes"), se r¨ªe tras su discurso de ejecutiva agresiva y concluye: "La verdad es que tuve la suerte de tener a mis hijos joven, as¨ª que me he podido dedicar a mi carrera mucho ¨²ltimamente, sobre todo despu¨¦s de divorciarme".
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