Dinamarca dise?a una nueva ciudad junto al puente m¨¢s largo de Europa
Un equipo de arquitectos finlandeses gana el concurso para crear las calles de ?restad
Como un tent¨¢culo gigante, el puente que en junio del 2000 unir¨¢ la costa de Suecia con la de Dinamarca ya se asoma sobre las aguas del estrecho de ?resund. Desde el cielo, los barcos de carga y pasajeros que cruzan estas g¨¦lidas aguas, puerta principal hacia el B¨¢ltico, parecen pececillos al lado de la mastod¨®ntica obra, iniciada hace tres a?os. Pero la construcci¨®n de este gran brazo de hierro que unir¨¢ la pen¨ªnsula escandinava con el continente s¨®lo es una parte de un proyecto mucho m¨¢s ambicioso: la creaci¨®n de una nueva ciudad, ?restad ("la m¨¢s bonita de una nueva Europa", afirman sin miramientos sus cerebros), que rentabilice el flujo de gente y dinero que provocar¨¢ este estrat¨¦gico rinc¨®n del norte.
"La transformaci¨®n geoecon¨®mica que provocar¨¢ el puente ser¨¢ inevitable, as¨ª que simplemente nos adelantamos a los acontecimientos y los planificamos", explica Dan Christensen, director de Planificaci¨®n de Copenhague e ide¨®logo del proyecto de ?restad. La ciudad, una espina dorsal de cinco kil¨®metros vecina a la capital danesa, ser¨¢ una gran tripa que a diario engordar¨¢ con el tr¨¢nsito de la autopista (unos 14.000 coches lo cruzar¨¢n a diario) y la v¨ªa ferroviaria de un puente que se prolongar¨¢ ocho kil¨®metros sobre el agua, continuar¨¢ sobre los cuatro kil¨®metros de una isla artificial (construida a mitad de camino) y desembocar¨¢ en un t¨²nel (50 metros m¨¢s profundo que el del canal de la Mancha) de otros cuatro kil¨®metros. El puente ser¨¢ un gigante de hierro, pero su construcci¨®n parece cosa de ni?os al lado del proyecto de levantar desde cero una urbe "c¨®moda, moderna y cosmopolita". "Hasta los riesgos est¨¢n calculados", afirma Christensen, que, para ilustrar su discurso, utiliza dos planos: uno con la disposici¨®n octogonal de la plaza central de Copenhague y las ordenadas calles que desembocan en ella y otra de las laber¨ªnticas arterias de Roma. "No se me ocurre nada m¨¢s opuesto que estos dos n¨²cleos urbanos. Pues nosotros queremos los dos, queremos nuestro orden, pero sin renunciar a la belleza del caos. Hasta el caos se puede dise?ar".El plano definitivo de la ciudad ha reca¨ªdo en A. Artto, T.Palo, Y. Rossi, H. Tikka y M. Kaijansinkko, un grupo de arquitectos finlandeses elegidos en un concurso p¨²blico al que se presentaron 119 equipos de todo el mundo. La elecci¨®n del proyecto finland¨¦s recibi¨® fuertes cr¨ªticas, se alejaba de la tradici¨®n arquitect¨®nica danesa. "Cualquier estilo debe imponerse dram¨¢ticamente", sentencia Christensen. "Es como los ¨¢rboles, se trasplantar¨¢n ¨¢rboles grandes para que todo parezca vivido desde el primer d¨ªa. Pero lo interesante es plantar semillas, invisibles y crecer con ellas".
Postales japonesas
Una universidad, edificios p¨²blicos (entre ellos, el nuevo Archivo Nacional), un lago artificial, un gran bulevar central, varios n¨²cleos residenciales ("integrados en la rica naturaleza de la zona") y un centro comercial y cultural apartado de las viviendas son los puntos b¨¢sicos del desarrollo. "Queremos evitar que el tr¨¢nsito diario de los usuarios del puente entorpezca el flujo de la ciudad, por eso la zona comercial estar¨¢ concentrada en un n¨²cleo muy determinado".En los dibujos, la nueva ciudad parece sacada de id¨ªlicas postales del Jap¨®n de los a?os treinta. Vecinos en bicicleta, ¨¢rboles, pasajes entre edificios, puentes de finas barandillas sobre los canales y un metro -cuyo prototipo parece sacado de una pel¨ªcula futurista de los a?os sesenta- que volar¨¢ por encima de la ciudad como si fuera un parque de atracciones.
"Bueno, est¨¢ muy bien que surja una nueva ciudad de la nada; seguro que ser¨¢ muy bonito, pero hay aspectos decepcionantes", se?ala un arquitecto dan¨¦s. "Todo indica que se est¨¢n resolviendo los grandes problemas, los grandes trazos, pero una ciudad es para vivir, no para mirar o vender, por eso la discusi¨®n vendr¨¢ luego, con el uso. La visi¨®n de una ciudad no puede ser s¨®lo formal, y creo que en ?restad se est¨¢n dejando atr¨¢s demasiados detalles cotidianos", a?ade.
En un libro que ha publicado Dans Christensen sobre el proyecto, asegura que en la filosof¨ªa de ?restad est¨¢ situar Dinamarca en el lugar que se merece. Para ello no duda en echarle cierta culpa al mism¨ªsimo Shakespeare: "Sin duda, el dramaturgo ingl¨¦s ha contribuido a enriquecer nuestra herencia literaria, pero cuando Hamlet se pregunta en su castillo de Elsinor si "ser o no ser", Shakespeare no supo describir la mentalidad danesa que, entre esas dos opciones, se hubiera planteado una tercera". Christensen hace entonces un juego de palabras en ingl¨¦s y dice que entre "to be or not to be" un verdadero dan¨¦s lanzar¨ªa un lac¨®nico "maybe". "El clima de nuestra tierra quiz¨¢ nos enfr¨ªa la sangre, pero sin duda nos aclara la mente", a?ade. "En el concepto de la ciudad de ?restad est¨¢ nuestra determinaci¨®n de ser, sin dudas existenciales, para estar a la cabeza del desarrollo urban¨ªstico mundial". La mayor¨ªa de los edificios de la ciudad ya est¨¢n adjudicados a arquitectos de todo el mundo, y desde la carretera ya se ve el movimiento de las primeras gr¨²as. Un arquitecto norteamericano, despu¨¦s de conocer el proyecto, coment¨®: "Acabaremos echando de menos la po¨¦tica de la improvisaci¨®n".
Babelia
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