Todo en el aire
Sainz y Makinen luchan por el triunfo y el t¨ªtulo en la ¨²ltima etapa del Rally de Australia
El Rally de Australia cubri¨® esta madrugada sus ¨²ltimos 108 kil¨®metros cronometrados (cinco tramos) envuelto en la incertidumbre de la lucha entre Carlos Sainz (Toyota) y el finland¨¦s Tommi Makinen (Mitsubishi), y no s¨®lo por la victoria en la pen¨²ltima prueba de la temporada sino tambi¨¦n por el premio final que es el t¨ªtulo mundial. Seg¨²n el resultado que se haya dado, Sainz puede hoy celebrar su tercera corona.Despu¨¦s de una segunda etapa repleta de incidentes, el piloto madrile?o conservaba anoche, al arrancar para la jornada final, todas sus esperanzas, a corto y largo t¨¦rmino. Una victoria suya combinada con un mal resultado de su rival (sexto o peor) pod¨ªa darle el t¨ªtulo. Sainz encaraba la ¨²ltima jornada con 22 segundos de ventaja.
A la hora de leer esta cr¨®nica se sabr¨¢ ya si Carlos Sainz y su copiloto Luis Moya presumen de tricampeones o si todav¨ªa hay que esperar unas semanas m¨¢s, al Rally de Gran Breta?a (del 22 al 24 de noviembre), para conocer el desenlace de la presente edici¨®n del campeonato del mundo. Por la diferencia horaria, el Rally de Australia ten¨ªa fijada su conclusi¨®n alrededor de las seis de esta ma?ana.
Por tanto, la noche habr¨¢ sido larga en casa de los Sainz y, sea cual sea el resultado, hoy no va a vivirse un domingo cualquiera. Puede tratarse de un d¨ªa de celebraci¨®n, de esperanza o de decepci¨®n. Depende de lo que haya ocurrido por los bosques de pinos del oeste australiano. El desarrollo de la etapa del s¨¢bado invit¨® sobretodo a lo segundo.
Como se intu¨ªa, la segunda jornada revolucion¨® la carrera. La actuaci¨®n de Sainz fue una de las mejores del curso -gan¨® dos tramos-, aunque sufri¨® para contener la agresividad de Makinen. Ellos dos acabaron protagonizando la lucha como consecuencia de las desventuras de otros protagonistas.
Primero se produjo la averia de McRae, que rompi¨® un palier nada m¨¢s empezar la etapa e inmeditamente dej¨® de ser una amenaza, pues se alej¨® a casi un minuto de distancia del piloto madrile?o. Despu¨¦s, el ingl¨¦s Richard Burns, l¨ªder de la carrera tras su exhibici¨®n del viernes, se sali¨® de la pista y chaf¨® su Mitsubishi en el vuelco y, aunque pudo seguir, lo hizo retrasado.
Makinen fue el hombre del d¨ªa, y su amenaza acech¨® progresivamente a Sainz. El campe¨®n del mundo de 1996 y 1997 gan¨® seis de los ocho tramos de la etapa y pas¨® de estar octavo a ocupar la segunda posici¨®n, recortando la ventaja del l¨ªder espa?ol de 55 segundos a s¨®lo 22.
Sin embargo, el piloto finland¨¦s vivi¨® horas de zozobra al t¨¦rmino de la jornada. Durante un buen rato apareci¨® en la clasificaci¨®n con un minuto de penalizaci¨®n, que se le impuso supuestamente por adelantarse a la salida del ¨²ltimo tramo. Esta circunstancia hubiera arruinado su esfuerzo y facilitado mucho las cosas a Sainz, pero, de madrugada, los comisarios del rally anularon la penalizaci¨®n y dejaron a Makinen segundo de la general.
Sainz se mostr¨® prudente: "En la ¨²ltima etapa va a haber una gran lucha y a¨²n pueden pasar muchas cosas", anunci¨®. El Rally de Australia, adem¨¢s, tiene recuerdos amargos para el madrile?o, y no s¨®lo por ser uno de los pocos que todav¨ªa no engrosan su palmar¨¦s. En uno de los tramos que se recorr¨ªan esta madrugada, en los bosques de Bunnings, se produjo su accidente m¨¢s grave, en 1991. Un incidente tan aparatoso y recordado que los lugare?os llaman curva Sainz a ese punto de la ruta.
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