Intelectuales y otras cuadrillas
CARLOS COL?N Se ha editado por primera vez en CD la m¨²sica de la inolvidable obra maestra de Basilio Mart¨ªn Patino Canciones para despu¨¦s de una guerra. Aunque nos quejamos de que el disco no recoja la totalidad de la banda sonora, su edici¨®n es una buena noticia para quienes amamos esta pel¨ªcula con una muy especial mezcla de dolor y de ternura, y para quienes tuvimos (y conservamos) el ¨¢lbum doble original. Y es una noticia a¨²n mejor para quienes por raz¨®n de edad no vivieron su estreno ni se compraron los dos viejos elep¨¦s que apresaban el alma de dolor cotidiano del pa¨ªs, tan tiernamente mostrado en la pel¨ªcula por documentales o secuencias de viejas -que no antiguas- pel¨ªculas, y expresado por canciones de Concha Piquer, Miguel de Molina, Lola Flores o Imperio Argentina, cancioncillas publicitarias o programas radiof¨®nicos de discos dedicados. Era la vida como pesaba y como dol¨ªa, todos los d¨ªas. Y lo que ayudaba a vivirla: coplas y pel¨ªculas. Coinciden con la aparici¨®n de este disco imprescindible las Jornadas Provinciales dedicadas al 98, organizadas por la Diputaci¨®n de Sevilla, que se clausurar¨¢n el pr¨®ximo mi¨¦rcoles en su Sal¨®n de Plenos con una conferencia impartida por don Juan Marichal, formado en el exilio en la Universidad Aut¨®noma de M¨¦xico y en la de Princeton, en EEUU; profesor desde 1958 de la de Harvard, de la que actualmente es Catedr¨¢tico Em¨¦rito; autor de libros fundamentales como La voluntad de estilo o El secreto de Espa?a, y responsable de la edici¨®n de las obras completas de Manuel Aza?a. Existe una relaci¨®n entre el disco de la pel¨ªcula de Mart¨ªn Patino y la conferencia, que va m¨¢s all¨¢ del car¨¢cter de espl¨¦ndida obertura del primero sobre el periodo vivido por Espa?a entre 1936 y 1960. Si el tema de la disertaci¨®n de Marichal es El siglo de los intelectuales: 1898-1998, Basilio Mart¨ªn Patino escogi¨® un fragmento del No-Do, reproducido en el disco, en el que queda patente la opini¨®n del R¨¦gimen sobre ellos. Describiendo una exhumaci¨®n de v¨ªctimas "del terror rojo y del ate¨ªsmo sovi¨¦tico, inmoladas b¨¢rbaramente por pelotones de asesinos y asalariados de Mosc¨²", el comentarista conclu¨ªa: "La elocuencia del documento fotogr¨¢fico permite darnos una dolorosa pero necesaria y aleccionadora idea de cu¨¢les eran los ideales y procedimientos de los intelectuales y otras cuadrillas del llamado Frente Popular". Estos intelectuales que, junto a los artistas, tanto odiaban los matones de Falange como los militares, han sido hasta no hace tanto tiempo las v¨ªctimas de la intolerancia y la irracionalidad hisp¨¢nicas, tan premodernas, tan ajenas a la Ilustraci¨®n como al liberalismo hist¨®rico. El mi¨¦rcoles Marichal hablar¨¢ en un pa¨ªs en el que los intelectuales -desde Tr¨ªas hasta Savater, desde Camps hasta G¨¢ndara, o desde Az¨²a hasta Marina- son respetados (y el respeto exige discrepancia, no acatamiento) y le¨ªdos en ediciones de tiradas cada vez mayores. Por ello, lo o¨ªremos con nostalgia de la elegante intelectualidad republicana, pero con el gozo de hacerlo en una situaci¨®n de normalidad.
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