"Los verificadores no son la soluci¨®n para Kosovo"
La OSCE, organizaci¨®n internacional que preside Bronislaw Geremek, se encarga de verificar sobre el terreno en Kosovo el cumplimiento de los acuerdos y las resoluciones de la ONU. Sobre las posibilidades de esta misi¨®n declara : "No pienso que el env¨ªo de 2.000 verificadores a Kosovo sea una soluci¨®n, pero es una iniciativa que responde a un desaf¨ªo inmediato por motivos humanitarios. Hab¨ªa 40.000 personas en los bosques y las monta?as expuestos al fr¨ªo y al hambre. Yo creo que el anuncio del env¨ªo de las primeras 200 personas que est¨¢n all¨ª ha sido la se?al para esos refugiados kosovares de que pueden regresar a sus aldeas, aunque est¨¦n quemadas y no haya casas. Al menos, encuentran un entorno familiar. Creo que el hecho de enviar los verificadores es importante. Verificadores, no observadores, ni monitores.Seg¨²n Geremek, "esta misi¨®n debe verificar el cumplimiento de la resoluci¨®n de la ONU, que declara que los derechos del hombre han sido violados y se han cometido cr¨ªmenes de guerra. Esa resoluci¨®n declara que los criminales de guerra deben ser perseguidos y retiradas las armas y efectivos militares y policiales y comenzar un di¨¢logo pol¨ªtico. La misi¨®n tiene tres tareas. La primera, evitar el desastre humanitario y esto est¨¢ en proceso de realizaci¨®n. La segunda, verificar si el se?or Milosevic aplica las resoluciones de la ONU. La tercera, la tarea decisiva, preparar el di¨¢logo pol¨ªtico y las elecciones, buscar una soluci¨®n pol¨ªtica para la regi¨®n. Se trata de una iniciativa muy buena que est¨¢ en marcha para tener ¨¦xito, pero para responder si es una soluci¨®n, habr¨¢ que esperar al cumplimiento de las otras dos tareas, la verificaci¨®n y la entrada en un di¨¢logo pol¨ªtico".
Pregunta. ?Puede usted dormir tranquilo?
Respuesta. Ya ahora no puedo dormir tranquilo, porque s¨¦ que la suerte de esas gentes en Kosovo es inquietante. Yo he sido el primero en exigir garant¨ªas, no s¨®lo del Gobierno yugoslavo, sino tambi¨¦n de la comunidad internacional. He conseguido del Grupo de Contacto que me concedan el derecho de convocarlo en cualquier momento, si la situaci¨®n de la misi¨®n en Kosovo. En segundo lugar, y a pesar de las reticencias de algunos miembros del Grupo de Contacto, consegu¨ª que la OTAN pueda sacar a la misi¨®n o a un grupo de sus miembros. Estamos al comienzo de nuestra empresa y yo estoy convencido de que las dificultades de seguridad para la misi¨®n comenzar¨¢n al inicio de la primavera. A partir de marzo dormir¨¦ menos tranquilo que ahora, porque la inseguridad de la misi¨®n ser¨¢ mucho m¨¢s grande y no s¨®lo por la debilidad de las garant¨ªas yugoslavas, sino tambi¨¦n del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Kosovo (ELK).
P. ?Cuando el ELK vuelva a luchar?
R. Ya ahora tenemos la impresi¨®n de que en estos momentos el ELK retoma las posiciones abandonadas por la polic¨ªa y el Ej¨¦rcito serbios. Esto da impulso a los ojos de Milosevic para decir que el terrorismo act¨²a y hay que responder, porque la comunidad internacional es incapaz de frenarlo. Hemos conseguido un cierto compromiso de la comunidad yugoslava y de la albanesa, por parte de Ibrahim Rugova . Consegu¨ª el mandato del Grupo de Contacto y de la Uni¨®n Europea para hablar en su nombre. Rugova se comprometi¨® a sostener el acuerdo conseguido, pero me dijo que el ELK no tiene un mando unificado, ni estructuras representativas, se trata de destacamentos armados dif¨ªcilmente controlables. El problema para la misi¨®n internacional de control comenzar¨¢ a partir de la primavera.
P. ?Los verificadores van a denunciar los ataques del ELK?
R. En la declaraci¨®n de la comunidad internacional hab¨ªa siempre el elemento de la condena de toda acci¨®n terrorista.
P. Usted habl¨® con Rugova y ¨¦l dice siempre que quiere la independencia de Kosovo y Milosevic dice que es una provincia serbia. ?C¨®mo se puede llegar a una soluci¨®n, si se tienen en cuenta adem¨¢s los odios acumulados durante siglos?
R. Su pregunta toca una cuesti¨®n clave de nuestros d¨ªas despu¨¦s de la ca¨ªda del comunismo en Europa en 1989. Europa ante la descomposici¨®n de los universos imperiales sovi¨¦tico y yugoslavo s¨®lo tuvo la respuesta de la vuelta en cierto modo a los principios de la conferencia de Versalles, de nuevo el Estado-naci¨®n, el principio de la autodeterminaci¨®n nacional. Cuando se ve¨ªa que hay compromisos nacionales apasionados, no se ve¨ªa m¨¢s que odios ancestrales, herencias tribales, el nacionalismo agresivo sin tratar de comprender que la situaci¨®n es diferente y nueva. Yo creo que para la OSCE es un desaf¨ªo muy grande y no s¨®lo pol¨ªtico, militar y diplom¨¢tico, sino tambi¨¦n un desaf¨ªo intelectual. Ser¨ªa necesario encontrar los medios para abandonar la dicotom¨ªa entre la independencia nacional o la autonom¨ªa en el marco de un mismo Estado. La OSCE est¨¢ adherida a la carta de Helsinki que declara que las fronteras del Estado nacional son intocables. Yo creo que al mismo tiempo que se declara que las fronteras deben ser respetadas y no se pueden tocar hay que tratar de abandonar la dicotom¨ªa entre independencia y autonom¨ªa y plantear el problema en t¨¦rminos concretos. En el caso de Kosovo yo propuse un estatuto especial sin definir si se trata de autonom¨ªa o independencia. Esto significa buscar c¨®mo regular las relaciones entre el poder local y central, entre Pristina y Belgrado, arreglar el problema de la educaci¨®n, de la religi¨®n, de la lengua. Si se inicia el debate con la cuesti¨®n de la independencia o la autonom¨ªa, no hay soluci¨®n posible. Si se comienza el debate con cuestiones concretas, hay una posibilidad. La respuesta de Rugova fue muy buena.
P. ?Est¨¢ hoy d¨ªa superado ya el principio de la soberan¨ªa nacional ante un derecho de intervenci¨®n por motivos humanitarios?
R. A esa pregunta el presidente de la OSCE no tiene el derecho a responder en nombre de su organizaci¨®n, porque en la carta de Helsinki hay, seg¨²n la tradici¨®n del pensamiento pol¨ªtico de nuestro siglo, un principio sacrosanto.
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