La memoria contra Franco
Octavio Alberola, jefe de los libertarios ajusticiados en 1963, regresa a Espa?a para defender su inocencia
Cuando est¨¢n a punto de cumplirse 23 a?os de la muerte del general Francisco Franco, su espectro atormenta a m¨¢s de uno. Por ejemplo, a Sergio Hern¨¢ndez, un antiguo libertario que el pasado 24 de septiembre no quiso viajar desde Francia hasta Espa?a para testificar ante el Tribunal Supremo. ?l reconoce que fue uno de los dos anarquistas que colocaron las bombas que el 29 de julio de 1963 estallaron en la Delegaci¨®n Nacional de Sindicatos y en la Direcci¨®n General de Seguridad, en la Puerta del Sol de Madrid. En este ¨²ltimo atentado hubo 20 heridos; los m¨¢s graves, Mar¨ªa del Carmen Anguita Abril e Isabel Pe?a Mu?oz.Sergio Hern¨¢ndez estaba convocado ante el Supremo para que confirmara que ¨¦l y Antonio Mart¨ªn Bellido fueron los autores de los bombazos, no sus correligionarios Francisco Granado Gata, de 27 a?os, y Joaqu¨ªn Delgado Mart¨ªnez, de 29. Sin embargo, estos dos ¨²ltimos fueron detenidos por la temible Brigada Pol¨ªtico-social, enjuiciados por la v¨ªa r¨¢pida y ejecutados a garrote vil el 17 de agosto de 1963 por los verdugos Vicente L¨®pez Copete y Antonio L¨®pez Guerra.
Antonio Mart¨ªn ya ha prestado declaraci¨®n en el Supremo, que ha aceptado el recurso de revisi¨®n presentado el pasado febrero por los deudos de Granado y Delgado, empe?ados en lavar su memoria y en que se haga justicia.
"En lugar de Sergio se present¨® su madre para decir que su hijo y la familia tienen miedo de que todav¨ªa pueda pasarle algo", dice Octavio Alberola Suri?ach, de 70 a?os, ex jefe de Defensa Interior (DI), un grupo secreto formado en 1962, por acuerdo de la CNT, la FAI y la Federaci¨®n Ib¨¦rica de Juventudes Libertarias, "para reactivar la lucha contra el r¨¦gimen del general Franco".
Alberola, libertario irreductible, reconoce que la sombra del dictador a¨²n obsesiona a muchos. "Hace dos o tres a?os llam¨¦ a unos familiares para decirles que iba a ir a Alayor . Y ellos me advirtieron: no vengas, no vengas, que por aqu¨ª todav¨ªa hay mucha gente que se acuerda de ti", remarca con una sonrisa. Fue a su pueblo natal y no le ocurri¨® nada. Ahora ha volado de Par¨ªs a Madrid para presentar ma?ana el libro Garrote vil para dos inocentes, escrito por el periodista Carlos Fonseca, y de paso intentar que el Supremo oiga lo que tiene que decir sobre el caso Delgado-Granado.
?Y qu¨¦ tiene que decir este hombre que plane¨® al menos dos atentados contra Franco y particip¨® en varios secuestros?Alberola, ¨²nico dirigente de Defensa Interior que queda con vida, rememora: "Tras un fallido atentado contra el dictador en agosto de 1962, en San Sebasti¨¢n, el DI decidi¨® asesinarlo en Madrid, cuando fuera al palacio de Oriente a recibir las cartas credenciales de nuevos embajadores. Solicit¨¦ la colaboraci¨®n de Granado para que fuera a Madrid, recogiera una maleta con explosivos y despu¨¦s se la entregara a otro compa?ero que realizar¨ªa el atentado. ?sa era la raz¨®n por la que estaba en Madrid desde mayo de 1963".
"El mes de julio encomend¨¦ a Delgado", prosigue Alberola, "que viajara de Francia a Madrid con la misi¨®n de decirle a Granado que dejara la maleta con explosivos en un lugar seguro y que volvieran inmediatamente a Francia". La raz¨®n de tanta urgencia era que ambos libertarios ignoraban que hab¨ªa otro grupo en la capital de Espa?a "para realizar acciones de hostigamiento" que podr¨ªan desencadenar una dura represi¨®n policial.
Ese otro comando lo formaban Antonio Mart¨ªn y Sergio Hern¨¢ndez. El 29 de julio de 1963 colocaron una bomba en la sede del sindicato vertical, en el paseo del Prado, y otra en la Direcci¨®n General de Seguridad. El explosivo, procedente de los viejos arsenales de la Resistencia francesa, se activar¨ªa al ser roto una especie de l¨¢piz que conten¨ªa ¨¢cido y una barrita de cobre. Pero el mecanismo se accion¨® antes de lo previsto y caus¨® heridas a 20 personas.
"Por haber sido yo el organizador y coordinador de estas acciones, confirmo lo dicho por Antonio Mart¨ªn y Sergio Hern¨¢ndez asumiendo la autor¨ªa", dice Alberola. "Confirmo que Granado y Delgado no participaron en estos atentados por los que fueron ejecutados". Y culmina: "Igual que ahora se pretende enjuiciar a Augusto Pinochet por lo ocurrido en Chile, hay que poner en evidencia la b¨¢rbara justicia franquista".
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