20 a?os no es nada

Pasada la tormenta electoral del 25 de octubre los veteranos ex militantes de la Izquierda Nacional Vasca vemos con una mezcla de decepci¨®n y de triste iron¨ªa que el espectro pol¨ªtico de nuestra amada Euskadi sigue siendo m¨¢s o menos el de hace 20 a?os, con dos diferencias que ojal¨¢ nunca se confirmen: no se oye ruido de sables y falta la escisi¨®n de ETA o el nacimiento de una nueva banda armada no descartada por los enmascarados entrevistados en la BBC. Las opciones pol¨ªticas siguen siendo las mismas con ligeros corrimientos de voto y algunas matizaciones de diverso calado. El PNV sigue igual, no le hace falta cambiar su discurso. El PSE, tambi¨¦n, sigue igual, sin querer entender la realidad pol¨ªtica de la nueva sociedad vasca. EH representa a la EE de la primera ¨¦poca (II parte). IU-EH ser¨ªa el PCE-EPK de la primera ¨¦poca con el enfrentamiento entre vasquistas y espa?olistas (II parte). El PP ser¨ªa la suma de AP y UCD con un discurso m¨¢s claro y contundente. ETA ser¨ªa los poli-mili y ahora est¨¢n a la espera del esp¨ªritu de Ros¨®n-Bandr¨¦s (II parte). El serio debate pol¨ªtico sigue siendo determinar qui¨¦n es m¨¢s vasco o m¨¢s espa?ol Despu¨¦s de la tormenta ya nadie habla de la reforma de la santa Constituci¨®n, se conforman con una nueva lectura, y el sagrado derecho a la Autodeterminaci¨®n se ha visto que solo era un eslogan publicitario y bander¨ªn de enganche electoral. Los partidos centralistas ni lo mencionan y los que lo defend¨ªan tampoco ?Por qu¨¦? Los unos por no dar su brazo a torcer y los otros porque saben que actualmente no ser¨ªa satisfactorio para sus intereses. Si hubiera verdadera voluntad de llegar a un acuerdo sobre este tema se podr¨ªa convocar un refer¨¦ndum previo exclusivamente en Euskadi, con o sin Navarra, preguntando al pueblo vasco si desea una reforma de la Carta Magna de forma que se pueda ejercer ese derecho y, llegado el caso, constituirse en Estado propio e independiente. Habr¨ªa partidos que pedir¨ªan el s¨ª y otros el no, y alguno la abstenci¨®n para ?oh iron¨ªas del destino! sumarla a la abstenci¨®n t¨¦cnica. Recuerdo que los votantes de la Declaraci¨®n de Lizarra se han quedado a m¨¢s de 100.000 votos de la mitad del censo electoral m¨¢s uno. Todos sabemos que en cualquier refer¨¦ndum ¨¦sa es la mayor¨ªa que se requiere para que sea vinculante. Hace 20 a?os nos dimos cuenta que era imprescindible la unidad de la izquierda vasca para poder disputar el poder de nuestro pa¨ªs a trav¨¦s de las urnas. De todas formas el tiempo pasa para todos y la mayor¨ªa de nosotros ya estamos mentalmente en el Olivo italiano presidido por D? Alema para constatar qu¨¦ pol¨ªtica de izquierdas es posible llevar a cabo en la Europa del siglo XXI.- . .