La cumbre de Buenos Aires acuerda reforzar los sistemas de observaci¨®n y control del clima

Los primeros puntos de consenso de la cumbre sobre el cambio clim¨¢tico de Buenos Aires quedaron ayer fijados a la espera de la llegada, a partir de hoy, de los ministros de los pa¨ªses participantes. Existe acuerdo sobre la necesidad de mejorar los sistemas de observaci¨®n y control del clima en todo el mundo y sobre la transferencia de tecnolog¨ªa a los pa¨ªses pobres. El punto m¨¢s espinoso, los mecanismos que los pa¨ªses desarrollados pueden utilizar para reducir su emisi¨®n de gases contaminantes, sigue atascado. Europa y EE UU no se ponen de acuerdo.

ENVIADA ESPECIAL

La petici¨®n del Panel Intergubernamental para el Cambio Clim¨¢tico (IPCC), el ¨®rgano cient¨ªfico de Naciones Unidas para este asunto, ha permitido llegar a uno de los primeros puntos de acuerdo entre los delegados en la cumbre: hay consenso sobre la necesidad de apoyar la investigaci¨®n y mejorar los sistemas de observaci¨®n y control del clima. Los pa¨ªses deben dedicar un mayor esfuerzo a esta cuesti¨®n.El otro punto de consenso es la transferencia de tecnolog¨ªas y de informaci¨®n. De nada sirve que los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo reciban tecnolog¨ªa para reducir sus emisiones de gases o sistemas productivos menos da?inos para el medio ambiente si no saben utilizarlos.

Pero el gran hueso duro de roer, sobre el que no hay consenso, sigue siendo el establecimiento (como quiere Europa) o no (como quiere EEUU) de los techos m¨¢ximos que se?ala el protocolo de Kioto para ayudar a los pa¨ªses a cumplir los objetivos de reducci¨®n de gases.

El ¨¦nfasis en tomar medidas para reducir primero la emisi¨®n de gases en el propio pa¨ªs y despu¨¦s aprovechar, por ejemplo, la compraventa de emisiones no es compartido ni por los estadounidenses ni por los pa¨ªses dispuestos a vender cuanto antes los excedentes en sus derechos de contaminaci¨®n (Rusia y Ucrania en primer lugar). Este comercio consiste en que un pa¨ªs que contamina mucho compra a otro que contamina poco parte de su cuota de emisiones.

De la adopci¨®n de iniciativas dom¨¦sticas como prioridad hace causa tambi¨¦n el grupo de China y el G-77, o sea, los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo. "Los pa¨ªses desarrollados deben tomar el liderazgo en combatir el cambio clim¨¢tico y sus efectos adversos", declar¨® Arizal Effendi, embajador de Indonesia, que representa al G-77. "El mecanismo de desarrollo limpio [ayuda tecnol¨®gica a los pa¨ªses pobres] surge como un complemento de las acciones nacionales (la reducci¨®n dom¨¦stica de gases), aunque para algunos aparece como el centro de los problemas", a?adi¨®.

Comercio de emisiones

El comercio de los derechos de emisiones fue ridiculizado ayer en la cumbre en una breve puesta en escena a cargo de la organizaci¨®n de defensa del medio ambiente WWF. Fue una parodia de una subasta. Un hombre con una m¨¢scara de Boris Yeltsin sacaba de sus bolsillos cr¨¦ditos de emisi¨®n y los pon¨ªa en venta. Otros tres, con m¨¢scaras de Bill Clinton, Tony Blair y Gerhard Schr?der pujaban por esos cr¨¦ditos con fajos de billetes de d¨®lares, libras y marcos. Un hombre con careta de rasgos japoneses ofrec¨ªa yenes en la subasta.Al final, Clinton se llevaba el gato al agua y compraba con sus d¨®lares a Yeltsin el derecho a seguir emitiendo gases de efecto invernadero, mientras globos amarillo con la inscripci¨®n CO2 inundaban el escenario.

Los pa¨ªses en desarrollo no se prodigan, por ahora, en comparecencias p¨²blicas en la cumbre, aunque su peso es fundamental en las negociaciones. El grupo del G-77 m¨¢s China est¨¢ sufriendo fracturas serias en esta reuni¨®n, r¨²pturas que se ven¨ªan fraguando ya desde Kioto, pero que aqu¨ª se han hecho m¨¢s manifiestas. La delegaci¨®n estadounidense utiliz¨® la palabra "desgajamiento" del G-77 al referirse a los diversos documentos que se generan en el seno de ese grupo. Sin embargo a ¨²ltima hora de ayer se esperaba por parte del G-77 la presentaci¨®n de un documento sobre desarrollo limpio.