La AVL: cr¨®nica de un desastre anunciado
En septiembre de 1997 el presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, nos sorprend¨ªa con una propuesta para resolver el problema de la normativizaci¨®n del valenciano encargando un dictamen al Consell Valenci¨¤ de Cultura (CVC). En Esquerra Unida no cre¨ªmos que eso pudiera resolver el problema. Dijimos que la normativa del valenciano era un problema cient¨ªfico y acad¨¦mico y como tal era necesario dejarlo en manos de los especialistas, de la Universidad, siguiendo los paradigmas empleados por la filolog¨ªa internacional y remarcando la unidad ling¨¹¨ªstica entre valenciano y catal¨¢n. Pero, por desgracia, las cosas se formularon de otra forma, como si todo se pudiera debatir y consensuar a trav¨¦s de acuerdos pol¨ªticos. Los temas cient¨ªficos y acad¨¦micos no pueden ser objeto de estos planteamientos. La ley de la gravedad no se puede consensuar. Sencillamente, se ha demostrado que es as¨ª le guste o no a un determinado sector social. Al aceptar este marco, alguien se equivoc¨® totalmente de terreno de juego. El PSPV y su secretario general, Joan Romero, escogieron, o al menos aceptaron, un terreno de juego que iba a perjudicar de forma grave a nuestra lengua. Primero fueron los textos polis¨¦micos aceptados por el CVC. Despu¨¦s el abandono de cualquier referencia a la unidad de la lengua y a cualquier relaci¨®n privilegiada con otras entidades normativas de los pa¨ªses de habla catalana cuando se aprob¨® la creaci¨®n de la Acad¨¨mia Valenciana de la Llengua (AVL). El final es la verificaci¨®n de que el supuesto "atado y bien atado" acuerdo en torno al nombre de los acad¨¦micos (la ¨²ltima esperanza) no existe en la pr¨¢ctica. En nada ha quedado el compromiso de no aprobar la ley si no hab¨ªa un acuerdo previo en 15 de los 21 nombres, los sobres con los nombres propuestos en el bolsillo del se?or Grisol¨ªa, etc. Hoy tenemos claro que ni Joan Romero ni nadie en el PSPV ten¨ªan ninguna garant¨ªa seria sobre la composici¨®n de la AVL y que, de forma incomprensible, se dej¨® llevar por Eduardo Zaplana al terreno que m¨¢s le conven¨ªa al PP. El final pat¨¦tico es la amenaza de modificar una ley que permita escoger a todos los acad¨¦micos con una mayor¨ªa simple... para 15 a?os. Una amenaza que puede convertirse en una de las mejores armas electorales en manos del PP para aniquilar a su contrincante, Uni¨®n Valenciana, y as¨ª acercarse m¨¢s a la mayor¨ªa absoluta. Durante todo este periodo ha habido muchas actuaciones del Gobierno que nos indican que las cosas no iban precisamente por el camino de la pacificaci¨®n ling¨¹¨ªstica. En el pleno de las Cortes de X¨¤tiva se retir¨® a la Universidad la capacidad normativa de los libros de texto, los ataques a personas significadas de nuestra lengua y cultura son tan continuos como el acercamiento del Gobierno a la Academia secesionista. El ¨²ltimo episodio es el intento inquisitorial por parte de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n de prohibir el uso del t¨¦rmino Pa¨ªs Valenci¨¤. En definitiva, un c¨²mulo de actuaciones que indican con claridad qu¨¦ es lo que entiende desde el Gobierno de la Generalitat por pacificar el tema de la lengua: aceptar con sumisi¨®n las posiciones de los elementos m¨¢s cavern¨ªcolas y anticatalanistas. En Esquerra Unida siempre hemos defendido que el debate sobre la lengua no deber¨ªa haber abandonado nunca el ¨¢mbito acad¨¦mico. Lo entend¨ªamos as¨ª cuando dirig¨ªa Joan Romero la Consejer¨ªa de Educaci¨®n y le pedimos que se otorgara por ley la capacidad normativa al Institut Interuniversitari de Filologia. Lo hemos continuado pensando durante todo este periodo en el que se gener¨® la ficci¨®n de que se hab¨ªa alcanzado un "acuerdo hist¨®rico" que est¨¢ a punto de acabar en un desastre hist¨®rico. Lo vamos a continuar pensando ma?ana cuando en nuestros programas auton¨®micos planteemos este tema como un elemento clave y fundamental de los mismos, que la capacidad normativa de nuestra lengua est¨¦ en manos de personas e instituciones cualificadas cient¨ªficamente. Lo queremos decir muy claro a toda la sociedad y especialmente a cualquier fuerza pol¨ªtica que se plantee la b¨²squeda de posibles acuerdos en la izquierda el d¨ªa despu¨¦s de las elecciones. Galileo Galilei, cuando era juzgado y obligado a abjurar por la Inquisici¨®n de su visi¨®n helioc¨¦ntrica, dec¨ªa en voz baja: "Pese a todo, se mueve", en referencia a la tierra. Muchas veces la gente de Esquerra Unida hemos dicho con voz baja, y con miedo a romper un supuesto acuerdo hist¨®rico, que el camino escogido no era el que pod¨ªa solucionar el problema creado por la derecha durante la transici¨®n, que nos estaban llevando a jugar en campo contrario. Hoy comenzamos a tener la seguridad de que no nos equivoc¨¢bamos a pesar de que siempre afirmamos que nos gustar¨ªa que pasara lo contrario. No estamos discutiendo un asunto sin importancia. Sabemos que cada paso que se d¨¦ para consolidar el secesionismo ling¨¹¨ªstico es un paso en contra de la normalizaci¨®n del uso de nuestra lengua, es avanzar hacia la conversi¨®n del valenciano en una lengua que se utilice para los libros de fallas y poca cosa m¨¢s mientras el castellano se apropia de todo. Que nadie se lleve a enga?o. Una lengua, o es ¨²til para comunicarse en casa, en el trabajo, en el ¨¢mbito cultural, como veh¨ªculo de expresi¨®n de la ciencia, etc, o poco a poco va siendo sustituida. Para evitar esto es necesario un espacio comunicativo m¨ªnimo que no puede alcanzarse solamente en el Pa¨ªs Valenciano. Hace falta un marco m¨¢s amplio como son los pa¨ªses de habla catalana. Separar el valenciano del catal¨¢n es, en el fondo, trabajar por su muerte, trabajar por la implantaci¨®n definitiva del castellano en nuestra tierra. ?ste es el objetivo ¨²ltimo de la derecha al que algunos parece que se han acercado consciente o inconscientemente.
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