Desde el nuevo centro
El "nuevo centro" que propugn¨® ayer el canciller alem¨¢n, Gerhard Schr?der, al trazar su programa en el Parlamento nace lleno de contradicciones. En lo que m¨¢s puede afectar a Espa?a, Schr?der propugna m¨¢s Europa para combatir el desempleo, pero menos dinero alem¨¢n para nutrir las arcas de la UE. Schr?der considera que la lucha contra el paro -su prioridad- ha de abordarse desde Europa, pero m¨¢s que acciones conjuntas propugna s¨®lo objetivos, aunque cifrados. Empieza a quedar claro que para dise?ar una pol¨ªtica socialdem¨®crata europea no basta con que los socialdem¨®cratas participen en 13 de los 15 Gobiernos de la UE.Aznar pudo ayer escuchar en Bonn de primera mano las intenciones de Schr?der. Las que explic¨® el canciller a sus diputados no resultan tranquilizadoras. Schr?der se mantiene en la cultura que se ha instalado en el ¨²ltimo a?o en su pa¨ªs de que Alemania ha de reducir su aportaci¨®n neta a la UE a unas "justas proporciones". Lo que dice es doblemente importante. Es el canciller del pa¨ªs m¨¢s grande y que m¨¢s aporta a la UE, y el que va a presidir los destinos del Consejo Europeo en el primer semestre de 1999, el que debe intentar llegar a un acuerdo "inmensamente dif¨ªcil" sobre las finanzas comunitarias del 2000 al 2006. Ya la v¨ªspera, el nuevo ministro alem¨¢n de Asuntos Exteriores, el verde Joshka Fischer, defendi¨® que los pa¨ªses del euro no tengan acceso al Fondo de Cohesi¨®n. La raz¨®n jur¨ªdica puede asistir a Espa?a en este caso, pero en lo que ahora se va a entrar no es en un debate reglamentario, sino en una dura pugna pol¨ªtica sobre el reparto del dinero comunitario.
La solidaridad que defiende Schr?der es, aparentemente, m¨¢s hacia dentro de Alemania que hacia afuera, especialmente cuando se propone rebajar los impuestos a los alemanes en m¨¢s de dos billones de pesetas para el 2002, aunque haya decidido instaurar a mismo tiempo una tasa ecol¨®gica sobre el consumo de energ¨ªa.
En lo que es una resonancia clara del mensaje de tercera v¨ªa de Blair, Schr?der pretende una revisi¨®n en profundidad del Estado de bienestar, para convertirlo m¨¢s bien en un Estado asistencial que concentre su ayuda social en los m¨¢s necesitados, y defiende una mayor complementariedad entre sector p¨²blico y privado, no s¨®lo para reactivar la industria, sino tambi¨¦n en el terreno de las pensiones. Para rebajar la tasa alemana del 10% de paro, Schr?der apuesta por un di¨¢logo social permanente, y se propone rebajar la edad de jubilaci¨®n de los 65 a los 60 a?os sin p¨¦rdida de ingresos para los afectados. El nuevo canciller ha querido indicar un camino que no rompe con el de su predecesor democristiano. Pero construir el nuevo centro alem¨¢n requerir¨¢ algo m¨¢s que un discurso y provocar¨¢ algunos disgustos. Schr?der sabe que no puede contentar a todos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.