Saramago asegura que no quiere ir por la vida con el Nobel a cuestas

"S¨®lo pido que, tan pronto como pueda, los libros retomen su normalidad, cuando acabe toda la marabunta. No quiero ir por la vida con el Nobel a cuestas", asegur¨® ayer Jos¨¦ Saramago en la presentaci¨®n de la Biblioteca que lleva su nombre (ediciones Alfaguara). Una reedici¨®n revisada por el propio autor, que espera sea la definitiva. Adem¨¢s, donar¨¢ los beneficios de un cuento a los afectados por el hurac¨¢n Mitch.

El Nobel confes¨® su cansancio al llegar ayer a Madrid para presentar la Biblioteca Saramago. Y se sorprende de que, pese a esa fatiga, todas las ma?anas al levantarse pueda enfrentarse al espejo y con una buena ducha afrontar un d¨ªa igual al anterior.Jos¨¦ Saramago (Azinhaga, Portugal, 1922) alab¨® la nueva edici¨®n de sus libros no s¨®lo porque su factura y su calidad "han sido muy cuidadas", sino porque no se ha hecho nada sin su supervisi¨®n. Incluso destac¨® que el cuerpo de letra que se ha adoptado (12,5, casi el doble de la de peri¨®dico) haya tenido en cuenta sus ojos tambi¨¦n cansados.

"Me hace mucha ilusi¨®n tener mi propia biblioteca, que es adem¨¢s la versi¨®n m¨¢s cercana a la original", dijo el autor portugu¨¦s, que en diciembre recoger¨¢ el galard¨®n otorgado por la Academia Sueca. Esta nueva edici¨®n de sus obras, con una tirada de 30.000 ejemplares, se ha estrenado con tres t¨ªtulos: El a?o de la muerte de Ricardo Reis, Memorial del convento y El Evangelio seg¨²n Jesucristo. Le seguir¨¢n Manual de pintura y caligraf¨ªa, Historia del cerco de Lisboa, La balsa de piedra y Alzado del suelo. Tambi¨¦n se present¨® una nueva edici¨®n de 75.000 ejemplares del cuento La isla perdida (Alfaguara), cuyos beneficios el autor donar¨¢ a los damnificados por el hurac¨¢n Mitch.

Protestas de Portugal

El Nobel, que no quiso adelantar nada acerca del discurso que leer¨¢ en Estocolmo, insisti¨® en que su vida de escritor no est¨¢ terminada. Se?al¨¢ndose el pecho manifest¨®: "Tengo aqu¨ª una novela que me da patadas y que tengo que decirle que aguante". La escribir¨¢, l¨®gicamente, en portugu¨¦s, porque no se atreve a escribir en castellano, dijo, aparte de que lo considerar¨ªa una frivolidad o un enga?o.El autor portugu¨¦s, que reside la mayor parte del a?o en Lanzarote, se refiri¨® a las protestas en su pa¨ªs porque no celebr¨® inmediatamente el Nobel con sus paisanos. "Lo ¨²nico que puedo decir es que les ha sorprendido. Parece que hay una tradici¨®n seg¨²n la cual, por razones hist¨®ricas, tenemos que vivir en enemistad los dos pa¨ªses". Y anunci¨® que a mediados de diciembre se inaugurar¨¢ un puente sobre el rio Caya, que llevar¨¢ su nombre y unir¨¢ Portugal y Espa?a. Asegur¨® que cuando ha vuelto a Portugal tras recibir el galard¨®n "la gente com¨²n" no s¨®lo le felicitaba, sino que le agradec¨ªa el Nobel. "No puedo considerar el premio como algo personal, tiene que ser compartido con toda la sociedad portuguesa, como algo colectivo en el que se ha implicado toda la sociedad".

El autor de Todos los nombres recomend¨® aceptar las cosas con naturalidad y no perder el sentido. El premio es muy importante, matiz¨®, pero lo que cuenta es lo que quedar¨¢ de esa persona con el paso del tiempo. Y en su caso, m¨¢s all¨¢ de los premios, y de los libros, el primer escritor luso que ha logrado el Nobel dese¨® que se le recordara (parafraseando al poeta Antonio Machado) "como un hombre bueno, en el buen sentido de la palabra".