El tribunal zanja con tres millones de multa un desprendimiento mortal de una fachada

No fue un delito de homicidio, sino una falta de imprudencia leve. ?sta ha sido la conclusi¨®n del tribunal de la Audiencia de Barcelona que juzg¨® al propietario del edificio de la calle de Roger de Flor del que se desprendi¨® la baldosa que mat¨® a Ana Collantes, de tres a?os. As¨ª, el acusado, Jos¨¦ Barn¨¦s Piernas, ha sido condenado al pago de una multa de tres millones de pesetas y de una indemnizaci¨®n de 20 millones para los padres de la ni?a.

El fiscal y la acusaci¨®n consideraron que el propietario del edificio cometi¨® un delito de homicidio por imprudencia grave, pero seg¨²n el tribunal la conducta del acusado no pas¨® de ser una imprudencia. En la sentencia se afirma que el acusado "podr¨ªa estar en la confianza" de que la reparaci¨®n que se hab¨ªa realizado en la fachada 10 a?os atr¨¢s hab¨ªa sido correcta y la seguridad del edificio estaba garantizada. La ca¨ªda de la baldosa de siete kilos, que ocurri¨® el 2 de octubre de 1996, cuando la peque?a estaba con su padre, se produjo por una oxidaci¨®n en el alambre que, con el mortero, fijaba la losa a la parte frontal del balc¨®n. A?ade el fallo que no consta que la baldosa hubiese sido fijada con los tornillos empleados en la reparaci¨®n que se realiz¨® en 1986. El hecho es que el mismo balc¨®n sufri¨® otro desprendimiento en 1995, un a?o antes del accidente mortal. Y en relaci¨®n con esa circunstancia, el tribunal reprocha al acusado que no hubiera encargado un informe t¨¦cnico "que hubiese puesto de manifiesto seguramente la necesidad de un mejor aplacado de los balcones". El acusado dijo en el juicio que el desprendimiento de 1995 era semejante a la ca¨ªda de un diente: "Si se cae uno, no tiene por qu¨¦ caerse el de al lado". La teor¨ªa de los dientes fue rebatida en el juicio por los peritos, quienes apuntaron que si se produce un desprendimiento existe riesgo de filtraciones de agua y, como consecuencia, de oxidaci¨®n del material que sujeta las otras baldosas, y por tanto, la probabilidad de m¨¢s desprendimientos. El tribunal, sin embargo, argumenta que los t¨¦cnicos que asesoraron al empresario en 1995 -contratados por el propio acusado- "consideraron que no exist¨ªa riesgo de ca¨ªda" de otras baldosas. Los padres de Ana Collantes rechazaron ayer la sentencia y decidieron recurrir contra ella ante el Tribunal Supremo. El letrado de la familia afirma que el tribunal ha sido "muy conservador" al condenar por falta y que, adem¨¢s, ha incurrido en error al evaluar la prueba.