Malos aires
ROSA SOLBES En la capital porte?a que debe su nombre a un benigno r¨¦gimen de brisas, celebraron c¨®nclave miles de gentes entre ministros, diplom¨¢ticos y activistas. Una vez m¨¢s, los primeros juegan al pin-pon: "T¨² ensucias mucho", "pues anda que t¨²...". Y los ¨²ltimos, a la alarma y la s¨¢tira por aquel mercadillo donde se compra y se vende el derecho a vomitar veneno. La madre naturaleza ha puesto al fondo de estas jornadas un decorado de hecatombe, y son pocos los que dudan que algo tiene que ver el cambio clim¨¢tico con la tozudez que ha mostrado Mitch en arrasar pa¨ªses enteros. Unos cuantos miles de kil¨®metros m¨¢s ac¨¢, bajo esas dos enormes c¨¢maras semiesf¨¦ricas de tefl¨®n transparente que destacan en el Parque Tecnol¨®gico de Paterna, Mill¨¢n Mill¨¢n y su equipo escrutan el comportamiento de los contaminantes atmosf¨¦ricos. Y concluyen que el efecto invernadero es en buena parte responsable, entre otras cosas, de que se ensa?en las borrascas (huracanes caribe?os o tormentas mediterr¨¢neas) sobre un mismo territorio, de que se alargue el tiempo de residencia de los sistemas adversos. Tambi¨¦n de que los ciclos agua/sequ¨ªa sean, por contra, cada vez m¨¢s cortos. Ellos estudian el gran reactor fotoqu¨ªmico que opera sobre nuestras cabezas, y c¨®mo los gases emitidos por veh¨ªculos e industria se reprocesan dentro de la brisa marina para acabar depositando nitratos y ozono en patatas y bajoquetes. Constatan igualmente la movilidad de estos Contaminantes Sin Fronteras al demostrar que la enfermedad de un melonar de Benifai¨® tiene su origen en los vapores org¨¢nicos vol¨¢tiles procedentes del complejo de refiner¨ªas que se extiende desde el golfo de G¨¦nova hasta nuestra costa este, o en el venteo de gas natural de los pozos argelinos, unido al tr¨¢fico en la 340 a la altura de Nules. Es decir, que la porquer¨ªa tambi¨¦n est¨¢ globalizada. El Centro de Estudios Ambientales del Mediterr¨¢neo, tan abandonado por los gobiernos valenciano y estatal, goza de gran predicamento en la Uni¨®n Europea, que le ha encargado 20 importantes proyectos. El viejo continente est¨¢, a todo p¨¢nico, tratando de pasarse a productos antidetonantes que no tengan efectos secundarios porque tras quitar el plomo de las gasolinas se ha visto que las nuevas mezclas contienen componentes cancer¨ªgenos como los benzenos (y nosotros, tan contentos con los catalizadores). Hasta la industria del autom¨®vil invierte en este tipo de investigaciones, aunque est¨¢ por ver qu¨¦ pasar¨ªa si se acercaran a la piedra filosofal a base de compuestos de alcoholes y tuvieran que plantearse volver a cambiar las tecnolog¨ªas de fabricaci¨®n. Mientras tanto, vaya usted ahora a explicarle al consumidor, convencido durante d¨¦cadas de que lo que mola son las grandes aceleraciones y las velocidades de v¨¦rtigo, que se podr¨ªa fabricar ya un c¨®modo autom¨®vil que le llevara a 110 por hora por s¨®lo dos litros y medio de gasoil cada 100, siempre que se conformara con el nervio del antiguo Dos Caballos. Els Verds valencianos acaban de presentar su en¨¦sima campa?a de concienciaci¨®n, no exenta de tintes apocal¨ªpticos, que para eso est¨¢n y bien que hacen: exigen a los gobiernos y aconsejan a los ciudadanos. En Buenos Aires se ha dicho: los cient¨ªficos y las ONG son claves en la opini¨®n p¨²blica, y la opini¨®n p¨²blica es clave en la actitud de los gobiernos de los pa¨ªses democr¨¢ticos. Como dir¨ªa la entra?able Mafalda, observando compasiva al maltratado mundo: "?Qu¨¦ esper¨¢s para que gritemos juntos ?Socorrooo!?".
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