La incertidumbre por el triunfo de Ch¨¢vez altera la pol¨ªtica venezolana
El vuelco pol¨ªtico registrado en Venezuela tras las elecciones legislativas y regionales del pasado domingo, preludio de las presidenciales del pr¨®ximo 6 de diciembre, atenaza la fr¨¢gil econom¨ªa nacional y complica la gobernabilidad. Baratos los precios del crudo y en alza un comandante de paracaidistas atemorizador e insurrecto, esta naci¨®n de 23 millones de habitantes, abundante en pobres, corrupci¨®n y yacimientos de hidrocarburos, se adentra en una incertidumbre que ni el voluntarismo ni las convocatorias a la conciliaci¨®n y la cordura pueden ocultar.
Los partidos que gobernaron Venezuela durante 40 a?os, Acci¨®n Democr¨¢tica (AD), socialdem¨®crata, y Copei, socialcristiano, perdieron fuerza o resultaron vapuleados en beneficio de populista Polo Patri¨®tico de Ch¨¢vez y del Proyecto Venezuela, encabezado por el economista de centroderecha Henrique Salas, aupados por el desenga?o, el oportunismo y sus promesas de cambio. Ning¨²n partido tiene mayor¨ªa suficiente en las c¨¢maras, y el Parlamento deber¨¢ forjar alianzas que generen certidumbre. Si Ch¨¢vez gana, y, contra el criterio de la oposici¨®n, llama a referendo por decreto para crear una Asamblea Constitucional que disuelva el Congreso, la desestabilizaci¨®n estar¨¢ servida. La mayor¨ªa de los empresarios sostiene que ning¨²n presidente, ni siquiera Ch¨¢vez, podr¨¢ suspender la apertura, las privatizaciones, ni regresar a una econom¨ªa cerrada, de regulaciones, so pena de aislar al pa¨ªs.El presidente que ser¨¢ investido el 2 de febrero heredar¨¢ de todas formas un pesado fardo: un fuerte ca¨ªda de consumo, un d¨¦ficit fiscal de 7.000 millones de d¨®lares, una deuda p¨²blica interna y externa de 35.000 millones de d¨®lares, una inflaci¨®n alta, un paro superior a 20%, un deterioro de la educaci¨®n y la salud y una econom¨ªa subterr¨¢nea que absorbe al 50% de la poblaci¨®n activa. Y en alg¨²n estado, nueve de cada 10 personas con empleo fijo trabajan en los gobiernos regionales, es decir que son funcionarios. "Independientemente de las promesas electorales que se hayan hecho, el nuevo Gobierno deber¨¢ aplicar otro ajuste duro porque la crisis no puede superarse con medidas m¨¢gicas", destaca Omar Fern¨¢ndez Russo, economista de la Universidad Central.
La sociedad venezolana ha sufrido una fuerte polarizaci¨®n a trav¨¦s de un cruce de esl¨®ganes pol¨ªticos satanizadores del contrario que manipularon la frustraci¨®n y la rabia de quienes se sienten empobrecidos por la corrupci¨®n e ineficiencia del gastado bipartidismo y votaron "para acabar con esta vaina", o explotaron el temor de aquellos que temen la irrupci¨®n de la violencia y el caos de la mano del ex teniente coronel golpista. En Venezuela, como en otros muchos pa¨ªses de la zona, los discursos electorales se hallan contaminados del vicio de formular vagamente sus propuestas econ¨®micas o simplemente prometer portentos. Casi nunca se habla de realidades.
Coyuntura dif¨ªcil
Venezuela atraviesa una coyuntura dif¨ªcil, y reclama prodigios o al menos pol¨ªticas consistentes para salir del bache, de la retracci¨®n inversora, calculada entre un 30% y un 35%, causada por la dudas sobre el rumbo a tomar. Desde 1989 se proponen o ejecutan planes y ajustes, ninguno ha dado los resultado apetecidos, y la discrecionalidad fue m¨¢s all¨¢ de lo esperado. El petr¨®leo sostiene al pa¨ªs. Las exportaciones de este recurso alcanzaron en 1997 los 23.000 millones de d¨®lares, pero el bajonazo en los precios restar¨¢ casi 7.000 millones al t¨¦rmino del presente ejercicio. Mientras tanto, la clase media perdi¨® en 20 a?os casi el 70% de su capacidad adquisitiva, y la desconfianza inhibi¨® a la inciativa privada y atrofi¨® el aparato productivo. La administraci¨®n de Caldera pronostic¨® un crecimiento del PIB del 5,7% con el precio del barril del petr¨®leo a 15,5 d¨®lares, y de un 4,8% si bajaba a 14,2 d¨®lares. Pero el crudo bajo mucho m¨¢s, hasta menos poco menos de 11 d¨®lares, llegaron despu¨¦s las turbulencias financieras nacidas en Asia y Rusia, las presiones sobre el bol¨ªvar, y la anunciada prosperidad se vino abajo.
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