El presidente brasile?o se considera v¨ªctima de un chantaje

El esc¨¢ndalo de escuchas telef¨®nicas que ha salpicado al presidente de la Rep¨²blica, Fernando Henrique Cardoso, y a algunos miembros de su Gobierno est¨¢ envenenando las aguas en el mundo pol¨ªtico. La prensa est¨¢ dedicando p¨¢ginas enteras a un complicado asunto de intrigas y de presuntos chantajes que a la opini¨®n p¨²blica le cuesta entender. Todo empez¨® con una denuncia de la revista ?poca sobre presuntas conversaciones telef¨®nicas comprometedoras entre el presidente de la Rep¨²blica y su ministro de Comunicaci¨®n, Luiz Mendoza de Barros, en v¨ªsperas de la privatizaci¨®n de la telefon¨ªa brasile?a. Se habla tambi¨¦n de una presunta empresa fundada en el para¨ªso fiscal de las islas Caim¨¢n, creada, al parecer, con un capital de 368 millones de d¨®lares, y que tendr¨ªa como accionistas al propio presidente Cardoso, a su ministro de Sanidad, Jos¨¦ Serra, y al gobernador de S?o Paulo, Mario Covas, y al ex ministro de Comunicaci¨®n Sergio Motta, fallecido en abril.

El presidente Cardoso no s¨®lo ha negado el hecho, sino que, consider¨¢ndolo un chantaje contra su Gobierno, ¨¦l mismo ha puesto todo el material en manos de la Polic¨ªa Federal a trav¨¦s del general Alberto Cardoso, jefe de la Casa Militar y del servicio secreto. El presidente Cardoso quiere que la polic¨ªa investigue a fondo qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s del posible chantaje y se demostr¨® ayer dispuesto a ser interrogado ¨¦l mismo, aunque recalc¨® que no deben confundirse las cosas, ya que ¨¦l es la v¨ªctima, y no el acusado, en el caso.

Investigaciones de la polic¨ªa

La polic¨ªa declar¨® ayer que ahora lo de menos es saber si ese material de grabaciones ilegales y de documentos aparecidos an¨®nimamente son falsos o verdaderos. Lo importante, dice la polic¨ªa, es saber lo que puede haber de cierto en esas acusaciones y qui¨¦n puede estar detr¨¢s del presunto chantaje. Por ahora, el Parlamento no ha pedido una comisi¨®n de investigaci¨®n y la izquierda, que conoci¨® durante la ¨²ltima campa?a electoral ese material explosivo, se mantiene muy prudente. Acusado de haber callado el caso, ayer, el l¨ªder del Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inacio Lula da Silva, advirti¨® que la oposici¨®n, antes de actuar, quiere tener pruebas, ya que la responsabilidad de un pol¨ªtico es no acusar a nadie sin pruebas fehacientes. Seg¨²n Lula, el documento que su partido conoci¨® antes de las elecciones no merec¨ªa cr¨¦dito, pues se trataba "de fotocopias que pueden ser f¨¢cilmente falsificadas".Las personas que aparecen m¨¢s nombradas como presuntos autores del chantaje al Gobierno son el ex prefecto de S?o Paulo, Paulo Maluf, y el ex presidente del Banco de Brasil en el Gobierno de Collor, Lafayette Coutinho, o personas relacionadas con ellos. ?sa es tambi¨¦n la idea del procurador general de la Rep¨²blica, Geraldo Brindeiro, quien ha afirmado que existen serios indicios de que los documentos de acusaci¨®n contra Cardoso y sus ministros sean falsos. Pero el caso va a seguir dando que hablar. Por eso pidi¨® ayer Cardoso que "no se saquen las cosas de quicio".