Tres de los cinco lores se han interesado m¨¢s por el genocidio que por la inmunidad de Pinochet

Tres magistrados-lores, sobre cinco, han intervenido en el curso de las seis sesiones que ha durado la vista de apelaci¨®n contra el estatuto de inmunidad soberana de Augusto Pinochet para poner de relieve el car¨¢cter de cr¨ªmenes contra la humanidad de los hechos de los que se acusa al ex dictador y han subrayado los convenios internacionales suscritos por el Reino Unido (genocidio, tortura y otros) que son fundamento de lo que en la jerga jur¨ªdica se llama la jurisdicci¨®n universal, esto es, delitos perseguibles en cualquier pa¨ªs. El fallo ser¨¢ anunciado con toda probabilidad la semana pr¨®xima.

Aunque todo pod¨ªa llevar a pensar de antemano que los magistrados de la C¨¢mara de los Lores abordar¨ªan tan s¨®lo la inmunidad del ex dictador, las sesiones se deslizaron poco a poco hacia la misma esencia jur¨ªdica que tuvieron necesidad de abordar los 11 magistrados de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional el pasado 5 de noviembre. Esto es, si los delitos imputados a Pinochet configuran los tipos penales de genocidio, y en caso de ser as¨ª, si procede considerarlos como delitos de protecci¨®n universal y, por tanto, de jurisdicci¨®n universal.Este examen es inevitable toda vez que las leyes internas del Reino Unido (la Ley de Inmunidad de los Actos de Estado, de 1978) conceden la inmunidad soberana a los jefes de Estado y ex jefes respecto a los actos p¨²blicos realizados durante su gesti¨®n y les ampara frente a posibles procedimientos civiles y criminales en su contra.

La defensa de Pinochet convirti¨® este punto en el eje central de su discurso ante la High Court of Justice (Alto Tribunal de Justicia). Gracias a ¨¦l gan¨® el 28 de octubre el primer asalto de esta compleja batalla legal. Uno de sus argumentos, por ejemplo, fue que, si no se respetaba la inmunidad soberana de Pinochet, equivaldr¨ªa a someter a todos los ex jefes de Estado, incluida la reina de Inglaterra, a una jurisdicci¨®n penal fuera de sus propios pa¨ªses. Seg¨²n la sentencia que anunci¨® el lord-presidente del tribunal, Pinochet "tiene derecho a la inmunidad como antiguo soberano contra procesos penales y civiles en los tribunales ingleses".

Ni la fiscal¨ªa de la Corona ni el juez Baltasar Garz¨®n han cuestionado, como tal, el estatuto brit¨¢nico (inmunidad soberana y actos de Estado), sino que han dirigido su actuaci¨®n a demostrar que la larga tradici¨®n brit¨¢nica a la hora de interpretar el derecho local (en este caso, lo que los juristas ingleses llaman el estatuto o normas sobre inmunidad soberana y de actos de Estado) es compatible con el derecho internacional. Por lo que la inmunidad soberana reclamada por Pinochet para eludir su responsabilidad por cr¨ªmenes contra la humanidad no est¨¢ prevista como tal por las leyes del Reino Unido.

La discusi¨®n, pues, no es si prima el derecho internacional sobre el brit¨¢nico -un debate que en este pa¨ªs siempre se resolver¨ªa a favor del segundo- sino otro muy diferente: si es leg¨ªtimo apelar a un estatuto interno para eludir las responsabilidades penales por genocidio, tortura, secuestro de personas, y otros graves delitos contra la humanidad. Este tipo de acciones son perseguidas por el derecho internacional con car¨¢cter obligatorio (lo que se denomina ius cogens).

En las sesiones, uno de los magistrados, lord Steyn, de origen surafricano, ha hecho hincapi¨¦, tanto en sus preguntas como en sus afirmaciones, en las cuestiones de genocidio: asesinatos, torturas, desaparici¨®n de personas, represi¨®n de jud¨ªos. La idea es si un estatuto de inmunidad de actos de Estado puede amparar ese tipo de actividades. La respuesta de la defensa siempre fue que se trataba de actos oficiales.

Otro magistrado, lord Hoffmann, tambi¨¦n hizo hincapi¨¦ en el tipo de cr¨ªmenes que se imputan a Pinochet, y se ha preguntado por qu¨¦ raz¨®n no entregar a la justicia a un ex jefe de Estado que ha podido cometer actos como ¨¦stos. Un tercero ha insistido tambi¨¦n en los convenios internacionales firmados por el Reino Unido, en especial el de la tortura, que no impide perseguir en la jurisdicci¨®n inglesa a un ex jefe de Estado que la haya empleado all¨ª donde fuere, sea en Chile o en Sur¨¢frica.

El presidente del tribunal, lord Slynn, ha intervenido activamente. Muchas de sus preguntas han estado dirigidas a conocer la experiencia internacional en materia de inmunidad y ha puesto no pocas veces en aprieto a la defensa de Pinochet.

Con todo, ser¨ªa exagerado tomar al pie de la letra las palabras de los magistrados. Fuentes jur¨ªdicas estiman que el tribunal discutir¨¢ en profundidad los asuntos y que intentar¨¢, a diferencia de la sentencia de la High Court of Justice, considerar el estatuto interno de inmunidad en el contexto del derecho internacional actualmente en vigor. Los jueces son conscientes, como dijo lord Slynn al finalizar la vista el pasado jueves, que tienen ante s¨ª una tarea "importante y muy dif¨ªcil".