Dos creadores del Puerta de Toledo aceptan que se derribe su interior

En una actitud sin apenas precedentes, Ricardo Aroca y Mart¨ªn Dom¨ªnguez, que consagraron sus energ¨ªas, junto con las de su colega Jes¨²s Pe?alva, para transformar el antiguo mercado de la Puerta de Toledo en un centro comercial de lujo, aceptan la proposici¨®n del consejero de Econom¨ªa, Luis Bl¨¢zquez, de derribar el interior del edificio para reflotarlo econ¨®micamente. Aroca dice que hicieron lo que entonces se les pidi¨®, si bien expres¨® siempre dudas sobre el planteamiento comercial.

Ricardo Aroca, de 58 a?os, dirige la Escuela T¨¦cnica Superior de Arquitectura de Madrid y preside el Club de Debates Urbanos, con sede en el C¨ªrculo de Bellas Artes, uno de los escasos foros de di¨¢logo ciudadano con los que Madrid cuenta. Es conocido por su despliegue incesante de actividades ciudadanas y su entrega a las causas que m¨¢s suelen preocupar a los madrile?os en cuanto a urbanismo y calidad de vida.Aroca, mediante su aceptaci¨®n de la propuesta "demoledora" preconizada por el consejero de Econom¨ªa para el Centro Comercial Puerta de Toledo, muestra que es capaz de a?adir a su habitual criticismo factores autocr¨ªticos como los que le vienen obligadamente impuestos por la proposici¨®n del Gobierno regional. No parece inmutarse y conviene en que "si la medida contribuye a paliar el declive econ¨®mico del centro comercial, sea bienvenida".

Una muestra de esta deriva econ¨®mica del Puerta de Toledo es que del centenar y medio largo de puestos que el nuevo centro comercial albergaba, apenas dos decenas operaban hasta ahora en su interior.

"Aunque no s¨¦ muy bien cu¨¢l es la alternativa que barajan, lo acepto", agrega Ricardo Aroca, y matiza: "Cuando se nos encomend¨® el proyecto, mediados los a?os ochenta, yo era muy esc¨¦ptico sobre el ¨¦xito de aquella f¨®rmula comercial. Su inserci¨®n en un barrio de ingresos medios y bajos, junto al Rastro", explica, "desaconsejaba comercialmente, ya entonces, establecer en el antiguo Mercado Central de Pescados de la Puerta de Toledo un centro de antig¨¹edades y otros comercios de lujo, que era m¨¢s o menos lo que quer¨ªan crear. Pero nos ce?imos a lo que se nos ped¨ªa y nos aplicamos al proyecto. Pese a haber alertado entonces de lo dif¨ªcil que me parec¨ªa el ¨¦xito del planteamiento comercial que el futuro centro entra?aba, mis observaciones no fueron tenidas en cuenta". E ironiza: "Realmente, m¨¢s que construir, lo que se dice construir, nos dedicamos a excavar en las entra?as del antiguo recinto, cuyo espacio central aglomeraba hasta 15 soportes. Se trataba de un edificio muy opaco y hubo que perforar sus entra?as para hacerle llegar la luz, cosa que hicimos".

Mart¨ªn Dom¨ªnguez, de 52 a?os, otro de los arquitectos que idearon el proyecto, se?ala: "Quiero recordar que el encargo del proyecto surgi¨® de un concurso convocado por la Comunidad de Madrid para reacondicionar el edificio y adecuarlo a la estrategia de reforma de toda la zona urban¨ªstica". Dom¨ªnguez agrega: "Lo que se intent¨® hacer era crear un edificio permeable y capaz de unir dos plazas, la del Campillo, del Rastro y la nueva plaza que se estaba creando, pretendiendo de tal forma abrirlas a la circulacion y al p¨²blico. El reto era transformar un viejo edificio que hab¨ªa sido hasta entonces un objeto oscuro y opaco, impermeable a la luz. La estrategia de rehabilitaci¨®n", explica, "pasaba por la creaci¨®n de grandes espacios interiores para facilitar esa circulaci¨®n vertical y la entrada de luz a las zonas impermeables. Ser¨ªa una pena", concluye, "que se perdiera esa relaci¨®n que el edificio tiene con su entorno urbano y con la ciudad".