La tercera oportunidad
La sustituci¨®n de Fernando L¨®pez-Amor como director general de Radiotelevisi¨®n Espa?ola (RTVE) por P¨ªo Cabanillas, un profesional de reconocida capacidad en la gesti¨®n de empresas audiovisuales, obedece seguramente al deseo de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar de reforzar la imagen centrista y de intentar arreglar la catastr¨®fica situaci¨®n econ¨®mica del ente. L¨®pez-Amor ha sido el responsable de una etapa significativa de la radio y televisi¨®n p¨²blicas, que a la vista de los resultados debe ser juzgada con severidad.Existe un acuerdo general en que la gesti¨®n econ¨®mica de L¨®pez-Amor al frente de RTVE ha sido mediocre y refractaria a cualquier cr¨ªtica e intento de modernizaci¨®n. El director general saliente no s¨®lo ha sido incapaz de reducir el gasto fara¨®nico de la radio y televisi¨®n p¨²blicas, sino que lo ha aumentado -a casi 270.000 millones de pesetas en 1999- a l¨ªmites insoportables para un Gobierno que profesa una pol¨ªtica de austeridad en el gasto. La megaloman¨ªa se traduce en unas p¨¦rdidas de 160.000 millones para el pr¨®ximo a?o, lo que elevar¨ªa la deuda a 765.000 millones. Bajo su gesti¨®n, el endeudamiento de RTVE ha devenido ni m¨¢s ni menos que en un problema econ¨®mico de Estado. La direcci¨®n de RTVE no ha sabido poner fin al despilfarro end¨¦mico con un plan de empresa riguroso y bien articulado, ni de ordenar un plan de aumento m¨ªnimo de los ingresos. Por el contrario, ha irritado a las televisiones privadas y a la propia Comisi¨®n Europea con la aplicaci¨®n de un sistema de doble financiaci¨®n, p¨²blica y procedente de publicidad privada, denunciado en repetidas ocasiones como abusivo y limitador de la libre competencia. Su ¨²nico objetivo ha sido mantener el liderazgo de la audiencia, al precio que fuese.
L¨®pez-Amor ha encadenado sus carencias como gestor -evidentes en el empobrecimiento de la calidad de los programas informativos y de entretenimiento de la televisi¨®n p¨²blica- con una radical inflexibilidad pol¨ªtica. Pod¨ªa hacer lo que le viniese en gana por el amparo pol¨ªtico que le conced¨ªa el Ejecutivo (de ah¨ª su incredulidad cuando se enter¨® de su destituci¨®n). Se ha enfrentado a la oposici¨®n con una hostilidad arrogante y ha exhibido una preocupante falta de tacto en acontecimientos decisivos, al punto de convertir el homenaje a Miguel ?ngel Blanco en la plaza de toros de Las Ventas en un festival sectario que, lejos de mantener el clima de consenso ciudadano que provoc¨® aquel asesinato, provoc¨® una irritaci¨®n generalizada ante la utilizaci¨®n partidaria de ese acto c¨ªvico.
Un cuadro ajustado de la gesti¨®n como m¨¢ximo responsable de RTVE de Fernando L¨®pez-Amor ser¨ªa incompleto si no se insistiese en que una parte importante de su fracaso se deriva de la incapacidad del Gobierno para resolver sus diferencias internas sobre la forma de afrontar el problema de la deuda del Ente P¨²blico. RTVE es, adem¨¢s de un instrumento poderoso de informaci¨®n y convicci¨®n p¨²blica, una empresa que requiere soluciones con urgencia casi ag¨®nica.
Estamos ante el tercer intento desde que Aznar llegara al poder, hace dos a?os y medio. Su nueva y tan publicitada vocaci¨®n centrista deber¨ªa medirse en un campo de pruebas como el de RTVE. Es hora de revisar a fondo el modelo de nuestra televisi¨®n p¨²blica: en t¨¦rminos de independencia pol¨ªtica y tambi¨¦n de una razonable viabilidad econ¨®mica. Como servicio p¨²blico tendr¨¢ un coste, pero no la desmesura actual.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.