La biblioteca del Koldo Mitxelena prepara una exposici¨®n de sus libros deteriorados
La muestra de "desastres" quiere concienciar a los usuarios del centro
En sus cinco a?os de vida, la biblioteca del centro cultural Koldo Mitxelena de San Sebasti¨¢n ha prestado 688.458 libros, de ellos 203.965 el pasado a?o. Cifras exactas que se difuminan al hablar de los no vuelven a las estanter¨ªas tras el pr¨¦stamo. Los responsables del centro sit¨²an los vol¨²menes desaparecidos entre 400 y 500 en 1997. M¨¢s dif¨ªcil a¨²n es contabilizar los destrozos en los libros. Pese a ello, la biblioteca ha reunido varias decenas de obras da?adas por los lectores y las va a exponer en una muestra para concienciar a los usuarios.
La peculiar exposici¨®n, que se pondr¨¢ en marcha previsiblemente a comienzos de 1999, agrupar¨¢ varias decenas de libros subrayados y con notas al margen en bol¨ªgrafo o rotulador, otros con manchas de caf¨¦ con leche, fotograf¨ªas recortadas e incluso p¨¢ginas enteradas arrancadas, "para ahorrarse las fotocopias", apunta la directora de la biblioteca, Carmen Bilbao. Todos los vol¨²menes atacados se guardan en el Koldo Mitxelena y sus responsables han pensado que, tal vez, la mejor forma de prevenir estos destrozos es mostrarlos en una "exposici¨®n de los desastres", seg¨²n Carmen Bilbao. Uno de los libros que se expondr¨¢n es un ejemplar al que alguien le arranc¨® un centenar de p¨¢ginas. La obra forma parte de una colecci¨®n de tres vol¨²menes, por lo que ahora el centro no puede adquirir por separado el afectado. La muestra tratar¨¢ de "concienciar a la gente en el sentido de que el dinero que tenemos es para ir mejorando la biblioteca, pero si tenemos que ir comprando todo lo que se nos ha perdido en el camino no vamos a avanzar mucho", explica Carmen Bilbao. Por contra, la responsable de la biblioteca se muestra encantada de "reponer lo que se estropea por el uso", sobre todos los best sellers m¨¢s solicitados. Claro que no todos los libros sufren por igual las consecuencias de su paso de mano en mano. Muchos lectores extreman su cuidado de los vol¨²menes pedidos en pr¨¦stamo hasta el punto de forrarlos mientras los tienen en su poder. Los destrozos se producen pr¨¢cticamente en cualquier tipo de libros, sin afectar a ning¨²n tema en particular. Sin embargo, entre los desaparecidos abundan los comics y obras relacionadas con el esoterismo y la psicolog¨ªa. "No sabemos qu¨¦ tipo de gente los usa, pienso que hay de todo, personas respetuosas y poco respetuosas, pero la coincidencia es ¨¦sa, que nos han faltado bastantes comics y del otro apartado", afirma Bilbao. Los responsables del centro tampoco encuentran explicaci¨®n al repentino regreso de algunos libros que ya hab¨ªan sido contabilizados como perdidos en el inventario anual. En el correspondiente a 1997, la cifra de vol¨²menes desaparecidos se situ¨® en torno a los 500, pero, paulatinamente, "est¨¢n apareciendo algunos; es una cosa bastante dif¨ªcil de saber por qu¨¦, antes no estaban en la estanter¨ªa y luego s¨ª est¨¢n". El Koldo Mitxelena puede controlar los libros solicitados en pr¨¦stamo por sus cerca de 45.000 socios, pero esta labor se vuelve m¨¢s dif¨ªcil en la propia biblioteca, donde los vol¨²menes se encuentran en las estanter¨ªas al alcance de cualquier persona que acceda a sus instalaciones en el centro de San Sebasti¨¢n. ?ste es precisamente uno de los aspectos m¨¢s valorados por sus visitantes, el poder hojear libremente un libro en las salas del Koldo Mitxelena o sentado en las escaleras que unen sus diferentes pisos, sin necesidad de pasar previamente por un mostrador para solicitar el volumen.
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