Sadam Husein convierte su marcha atr¨¢s en una victoria sobre Estados Unidos

"Hemos segado la yerba bajo los pies de Estados Unidos". Este es el grito de j¨²bilo lanzado por la prensa oficial iraqu¨ª, que trata de presentar la marcha atr¨¢s incondicional del presidente Sadam Husein como una victoria pol¨ªtica sobre Washington, su mortal enemigo. La euforia oficial parece no afectar a la poblaci¨®n iraqu¨ª, que ha acogido con notoria indiferencia el fin aparente del contencioso, demostrando as¨ª que lo ¨²nico que le importa es superar las dificultades cotidianas, surgidas a ra¨ªz de un embargo decretado contra su pa¨ªs hace ya m¨¢s de ocho a?os.

"Permaneceremos comprometidos en nuestro derecho de lograr el levantamiento de las sanciones", aseguraba ayer en otro p¨¢rrafo de su editorial el peri¨®dico gubernamental As Saoura, quien como es usual en este tipo de incidentes trataba de presentar el repliegue del r¨¦gimen como un triunfo sobre la Casa Blanca.El fin del enfrentamiento fue acogido ayer con indiferencia por un sector importante de la poblaci¨®n, preocupada y angustiada por la falta de alimentos y productos de primera necesidad. Estas carencias se han venido haciendo m¨¢s graves en los ¨²ltimos d¨ªas como consecuencia del cierre de las fronteras, decretado s¨®lo para la entrada de mercanc¨ªas, tras la decisi¨®n de los 53 inspectores de la empresa privada Register Lloyds de abandonar precipitamente las funciones de supervisi¨®n de importaciones que ven¨ªan haciendo en los pasos fronterizos del pa¨ªs.

"Estamos preocupados por la ausencia de los controladores. Estamos en negociaciones con la Register Lloyds para arreglar el tema y que vuelvan a Irak", aseguraba ayer desde Bagdad el portavoz de la ONU, Eric Falt, defensor a ultranza del programa de "petr¨®leo a cambio de alimentos" que est¨¢ permitiendo que se palie parcialmente la escasez. Falt es uno de los pocos funcionarios de la ONU que se qued¨® en Bagdad pese a la salida generalizada de funcionarios cuando el ataque a¨¦reo de EEUU parec¨ªa inminente. Su m¨¢xima preocupaci¨®n es que se reanude ahora la distribuci¨®n normal de los alimentos, se repongan los almacenes y vuelva todo a su "habitual anormalidad".