Las escuelas de Magisterio quieren que sus estudios se conviertan en una licenciatura

Los cuatro retos que plantea la educaci¨®n del futuro, seg¨²n el informe Delors, coordinado por el ex presidente de la Comisi¨®n Europea, son: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a convivir y a trabajar con otros, y aprender a ser. El maestro, por tanto, debe tener competencia pedag¨®gica, fomentar la cr¨ªtica, la interacci¨®n y ser capaz de ense?ar a sus alumnos a valorar diferentes hip¨®tesis. La pregunta es c¨®mo se forma a un maestro en un pa¨ªs donde esta figura todav¨ªa arrastra im¨¢genes machadianas de dignidad en la penuria y en el que a¨²n se est¨¢ muy lejos de otorgarle el reconocimiento social que hist¨®ricamente le han concedido otras culturas vecinas.A iniciativa de las siete universidades catalanas que imparten los estudios de Magisterio, 84 decanos, vicedecanos, directores y subdirectores de 54 centros de toda Espa?a que forman a maestros, se reunieron este fin de semana en la Universidad de Barcelona (UB) para debatir la reforma de sus estudios. Pr¨¢cticamente por unanimidad aprobaron la propuesta de convertir la actual diplomatura en una licenciatura, por considerar que una simple "adecuaci¨®n t¨¦cnica" de los planes de estudio "no puede dar una respuesta satisfactoria a la realidad educativa actual ni a la formaci¨®n requerida para los futuros titulados, dado el n¨²mero de cr¨¦ditos que constituyen la carga lectiva propia de una diplomatura".

El borrador de la propuesta que presentar¨¢n al ministerio prev¨¦ que el t¨ªtulo de maestro deber¨¢ obtenerse a partir de una licenciatura en dos ciclos; uno de formaci¨®n b¨¢sica que contar¨ªa con 180 cr¨¦ditos y un segundo de profundizaci¨®n de 120 cr¨¦ditos, m¨¢s otros 30 de pr¨¢cticas. En la reuni¨®n se aprob¨® una comisi¨®n para sacar adelante este proyecto y se inform¨® de que, mientras no se consiga la licenciatura, algunas universidades se proponen desarrollar estudios propios de Graduado Superior en Magisterio.

Para los profesionales reunidos en Barcelona, la nueva formaci¨®n del maestro deber¨ªa facilitar recursos para su desarrollo personal. La formaci¨®n actual, dice el documento de trabajo que redactaron las universidades catalanas, "atiende preferentemente a la dimensi¨®n profesional y olvida la que ha de ayudar al maestro a orientarse hacia una madurez racional, afectiva y relacional". Y, como soluci¨®n, propone que "aspectos como el autoconocimiento, la estima personal, la conducci¨®n de las emociones, la capacidad de establecer relaciones de grupo constructivas, la actitud democr¨¢tica y solidaria, impregnen y orienten el nuevo tratamiento interdisciplinario de la preparaci¨®n del futuro maestro". El problema a?adido -o la aut¨¦ntica raz¨®n por la que se ha abierto esta reflexi¨®n- es el efecto que en esta profesi¨®n esta teniendo la aplicaci¨®n de la reforma.

Ferran Ferrer, especialista en Educaci¨®n Comparada, director del Departamento de Pedagog¨ªa Sistem¨¢tica de la Aut¨®noma de Barcelona, destaca la tremenda importancia de la consideraci¨®n social del profesor y recuerda como el Gobierno socialista franc¨¦s hizo una campa?a y tom¨® una serie de medidas en este sentido, mientras que en el Reino Unido, el Gobierno conservador de Margaret Thatcher impuls¨® una desprofesionalizaci¨®n, hasta el punto en el que lleg¨® a introducir en las escuelas a gente no preparada. "Tiene mucho que ver con el modelo ideol¨®gico, con los principios del mercado y con la relaci¨®n entre p¨²blica y privada", apunta Ferrer.

Para este especialista hay una tendencia hist¨®rica muy marcada en toda la Uni¨®n Europea (UE) a mejorar los estudios de los maestros y a combinar una educaci¨®n generalista con un grado de especializaci¨®n, as¨ª como a generalizar la inserci¨®n profesional, es decir a incluir un a?o de pr¨¢cticas dentro del plan de estudios.

Tampoco hay que olvidar, seg¨²n Ferrer, que "cuanto m¨¢s amplia es la franja de primaria m¨¢s se relaciona con secundaria"; un aspecto a tener en cuenta ya que, finalmente, se puede considerar que la primaria es tan s¨®lo una antesala de la secundaria. La divisi¨®n entre maestro y profesor se desvanece. Pero el modelo, debe salir de cada universidad. "Se deber¨ªa huir de las tendencias uniformadoras, vengan de Madrid o de Bruselas", dice.