L¨¢grimas
Una compa?era de EL PA?S, Anunchi Brem¨®n, me ha dado una peque?a chapa redonda de lat¨®n. Est¨¢ inscrita por ambas caras, evidentemente a mano y sin los instrumentos adecuados (?tal vez con un clavito?), de manera rudimentaria y laboriosa. Por un lado dice: "Libertad para Edgardo Enr¨ªquez". Por el otro, "Presos pol¨ªticos Melinka 76 Chile". Melinka era uno de los campos de concentraci¨®n de Pinochet: all¨ª se grab¨® la chapa clandestinamente. Al parecer, Edgardo escap¨® a la Argentina, y all¨ª fue detenido y torturado (los Gobiernos fascistas se ayudaban sin necesidad de pedir la extradici¨®n). Despu¨¦s se lo llevaron a Chile y le volvieron a torturar antes de matarlo. Su nombre est¨¢ en la lista de Garz¨®n. Esta peque?a chapa deslucida que ahora tengo en la mano es como una vieja l¨¢grima met¨¢lica, porque las v¨ªctimas del horror lloran llantos de hierro que s¨®lo la justicia puede enjugar.S¨¦ bien que procesar a Pinochet es asunto complejo. Por lo pronto, es cierto que los chilenos negociaron con ¨¦l una salida pol¨ªtica, lo mismo que nosotros estamos negociando ahora, y ojal¨¢ prospere, con los asesinos de ETA. Sin embargo, ?no ser¨ªa deseable que los individuos de apetencias totalitarias y criminales supieran que con ello incurren en el ostracismo internacional, y que quiz¨¢ no puedan volver a salir de su pa¨ªs? Por otra parte, hay muchos otros canallas por ah¨ª sueltos, y algunos argumentan que por qu¨¦ procesar a Pinochet y a los otros no. Pero es que no poder atrapar a todos los delincuentes que hay en Madrid, pongo por caso, no nos impide detener y condenar al que cae en nuestras manos. Pinochet fue un torturador y un asesino. Que no vaya a la c¨¢rcel: es demasiado viejo. Pero que sus atrocidades sean reconocidas oficialmente: para que las l¨¢grimas de hierro de las v¨ªctimas dejen de abrasar nuestra memoria.
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