La C¨¢mara de los Lores bloquea el proyecto de reforma electoral del Gobierno brit¨¢nico
La batalla entre los laboristas en el Gobierno y la oposici¨®n conservadora adquiri¨® ¨ªmpetu anoche en el ¨¢mbito de la C¨¢mara de los Lores, donde el resentimiento al plan modernizador de la constituci¨®n impulsado por el primer ministro Tony Blair comienza a expresarse a quemarropa. "Crisis" y "rebeli¨®n" son dos t¨¦rminos con los que se comienza a describir la situaci¨®n creada tras la cuarta derrota de Blair en la misma c¨¢mara alta que su gobierno quiere reformar eliminando los obsoletos privilegios hereditarios.La cuesti¨®n adquiere una dram¨¢tica dimensi¨®n internacional porque en el centro de la discusi¨®n est¨¢ la ley electoral europea.El Gobierno ya ha perdido cuatro veces ante los Lores. Una encuesta difundida anoche por el centro de estudios ICM revel¨® que el 68% de los brit¨¢nicos no siente mayor entusiasmo que Blair por abolir los poderes hereditarios de los Lores. La controversia eclips¨® otro dato hist¨®rico en el calendario pol¨ªtico de la New Britain: Un multimillonario ingl¨¦s consigui¨® exitosamente su prop¨®sito de crear un nuevo partido de franca tendencia antieuropea. Geoff Southall, un ingenierio electr¨®nico de 58 a?os, due?o de una gran firma, proclam¨® el advenimiento del Partido Democr¨¢tico, una ramificaci¨®n del Partido del Refer¨¦ndum que en las ¨²ltimas elecciones promovi¨® la idea de replantearse la idea de que el Reino Unido tiene forzosamente que ser parte de la Europa comunitaria.
El Gobierno de Blair debe presentar dentro de poco, a ambas c¨¢maras del parlamento, su proyecto de transformar la tradici¨®n hereditaria de los Lores, algo que Downing Street ve como una aberraci¨®n anacr¨®nica e indigna de un pa¨ªs din¨¢mico y pujante ante el umbral del nuevo milenio. La C¨¢mara de los comunes est¨¢ con ¨¦l. Pero sus adversarios lo ven todo como una maniobra, un ardid, para eliminar los derechos vitalicios de los sectores conservadores y reemplazar los asientos de ciertos lores con las posaderas de amiguetes de Blair y promotores incondicionales del new labour.
El enfrentamiento va a prolongarse peligrosamente ya que no hay signos de compromiso. La furia de Blair ante unos lores rebeldes y tenazmente opuestos a la ley que regular¨¢ las elecciones al parlamento europeo con el concepto de representatividad proporcional no fue disimulada. Inmediatamente despu¨¦s de su cuarta derrota ante los Lores, el Gobierno de Blair comenz¨® a sopesar la posibilidad de posibles r¨¦ditos pol¨ªticos de la crisis. Su encontronazo con una instituci¨®n de cimientos no necesariamente democr¨¢ticos (con miembros no elegidos sino por la ley de la herencia) va a a?adir combustible al debate sobre la verdadera funci¨®n de las Grandes Instituciones, incluyendo, quiz¨¢s, a la monarqu¨ªa.
William Hague, el joven l¨ªder del partido conservador y calvo rostro de los new tories, eligi¨® una entrevista con la BBC para lanzar uno de sus m¨¢s serios desaf¨ªos a Blair. Las derrotas laborista en la C¨¢mara de los Lores son elocuentes: "El gobierno no tiene apoyo popular", dijo. Los lugartenientes de Blair barajaban anoche una serie de opciones estrat¨¦gicas para demostrar cuanto antes que Hague sue?a. Las derrotas laboristas, era el mensaje oficial, no significan el fin de la batalla.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.