Homenajes desafortunados

En la columna aparecida en las p¨¢ginas de Cultura del d¨ªa 7 de noviembre, titulada Homenaje a Mart¨ªn Santos en el aniversario de su muerte, aparecen junto a informaciones bien documentadas algunos errores inexplicables en los datos biogr¨¢ficos aportados. En ella, el fil¨®sofo y narrador Luis Mart¨ªn Santos, fallecido el 23 de octubre de 1988, ha sido confundido con su hom¨®nimo, autor de Tiempo de silencio, fallecido en 1964.Esta confusi¨®n, habitual y perniciosa para la memoria de ambos, hace incomprensible al lector que dos universidades madrile?as celebren hoy, con motivo de los diez a?os de su muerte, los homenajes objeto de la noticia. En la edici¨®n nacional, la que se lee en la regi¨®n donde naci¨®, vivi¨® y muri¨® el fil¨®sofo, la confusi¨®n es m¨¢s grave, ya que se le atribuyen los lugares de origen y muerte del segundo.Inexplicablemente, Luis Mart¨ªn Santos, que fue asiduo colabora- Pasa a p¨¢gina siguiente Viene de la p¨¢gina anterior dor de la secci¨®n de Opini¨®n de EL PA?S, no parece poder ser recuperado en sus archivos sino haber sido engullido por ellos. De esta forma se le arrebatan su vida y su nombre, su singularidad, su obra y su memoria, y hasta su muerte. Un destino que vuelve repetidamente a condenarle al olvido. Primero, perseguido en las ¨¦pocas turbulentas del franquismo y la transici¨®n por ser personaje inc¨®modo y enemigo de la falta de compromiso, tuvo bastantes y variados enemigos coincidentes, eso s¨ª, en aplicarle las mismas medidas de censura y silenciamiento. M¨¢s tarde, condenado por el c¨¢ncer que le impidi¨® terminar su Maestro roto, sobre Nietzsche, su ¨²ltimo libro. Ahora, impotente ante la negligencia y el absurdo de la coincidencia del nombre que le hacen ilocalizable en un archivo.

Para quienes a¨²n le recordamos, especialmente su familia, sus amistades y sus alumnas y alumnos de instituto y de la Facultad de Sociolog¨ªa y Ciencias Pol¨ªticas de la Universidad Complutense de Madrid, resulta doloroso verle borrado por dicho equ¨ªvoco. Les ruego, por ello, informen a sus lectores de que Luis Mart¨ªn Santos, sobre todo profesor (de Filosof¨ªa y Sociolog¨ªa) y autor, entre otros t¨ªtulos, de Una epistemolog¨ªa para el marxismo (Akal, 1976), Diez lecciones de sociolog¨ªa, (F.C.E., 1988), El zigzag husserliano (Endymion, 1990), Diez lecciones de epistemolog¨ªa (Akal, 1991), La paradoja del vencido (Ambito, 1991), y El maestro roto (in¨¦dito), as¨ª como de las novelas El combate de santa Casilda (Akal, 1986), Encuentros en Sils-Mar¨ªa (Akal, 1986), La muerte de Dionisos (Akal, 1987), Mar¨ªa Quetzal (Pamiela, 1989), naci¨® en Alar del Rey (Palencia) en 1921 y muri¨® en Burgos el 23 de octubre de 1988, hace ahora diez a?os. Esto es lo que quiz¨¢s explica los distintos homenajes.-