Barber¨¢
MIGUEL ?NGEL VILLENA La alcaldesa de Valencia, Rita Barber¨¢, adem¨¢s de presumir de liberal ejerce de pasota. En realidad representa una mezcla del m¨¢s rancio "dejar hacer, dejar pasar" de los liberales decimon¨®nicos con la desidia m¨¢s absoluta hacia todo tipo de planificaci¨®n. ?C¨®mo explicar sino que calles enteras de la ciudad hayan sido literalmente levantadas cuatro veces en otros tantos a?os? ?C¨®mo entender que el tr¨¢fico se haya convertido en un aut¨¦ntico caos para mayor gloria del transporte privado y para desprecio de los veh¨ªculos p¨²blicos? ?C¨®mo aceptar que Valencia encabece la lista de capitales m¨¢s ruidosas de Espa?a? ?De qu¨¦ modo cabe valorar que Rita Barber¨¢ presumiera de una capitalidad cultural europea que Valencia no logr¨® tras haber convertido la ciudad en un escenario de barraca y pandereta? Despu¨¦s de casi una d¨¦cada de gobierno municipal del PP, Valencia es una ciudad m¨¢s inhabitable que nunca, que ha perdido buena parte de la calidad de vida de anta?o, donde el urbanismo m¨¢s depredador impone su ley y que llega al tercer milenio, que tanto le gusta publicitar a la alcaldesa, sin proyectos estrat¨¦gicos. Crecida a la sombra de don Manuel Fraga, esta economista y periodista que, pese a llenarse la boca de valencian¨ªa, no dispara una palabra en la lengua aut¨®ctona, ha sabido practicar un inteligente populismo. Al frente de unos concejales que asumen que han de afrontar cr¨ªticas y errores para ceder el m¨¦rito de los aciertos a la alcaldesa, Barber¨¢ se ha dedicado a lucir el palmito en los campos de f¨²tbol y en las plazas de toros, en los mercados y en las fiestas. Con los vientos conservadores a su favor y con una oposici¨®n de izquierdas desgastada por eternas disputas, la alcaldesa de Valencia revalid¨® con holgura en 1995 su triunfo electoral de 1991. Ahora, a medio a?o de la pr¨®xima convocatoria de comicios municipales, Barber¨¢ tiene de nuevo la mayor¨ªa absoluta al alcance de la mano. Descartada la presencia de figuras de primera divisi¨®n, como Carmen Alborch, Rita Barber¨¢ lo tiene f¨¢cil para seguir siendo alcaldesa hasta mediados del siglo que viene. Como poco.
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