Anuncio ¨ªntegro
En las noticias y comentarios que ha suscitado uno de los anuncios que en defensa de los derechos humanos ha propuesto en el Departamento de Justicia del Gobierno vasco se viene mutilando sistem¨¢tica y significativamente una parte del texto del referido spot, haciendo que aparezca desfigurado y te?ido de un tinte racista, cuando su intenci¨®n es la contraria. En dichos comentarios aparece suprimida la parte del texto que aparece en cursiva: "He nacido blanco, soy vasco y soy europeo, una cuesti¨®n de azar, pero tambi¨¦n de suerte, porque, hoy por hoy, el origen de los seres humanos marca definitivamente el futuro. Muchas veces me pregunto hasta cu¨¢ndo tendr¨¢ que ser as¨ª". Un spot podr¨¢ ser m¨¢s o menos afortunado, pero la intenci¨®n de ¨¦ste es clara: hay que acabar con los privilegios derivados de nacer en un sitio u otro, de un color u otro; tan clara como la intenci¨®n de quienes suprimen en sus informaciones y cr¨ªticas la parte final.- . .
Juicios contra la insumisi¨®n
El jueves se celebr¨® un nuevo juicio contra la insumisi¨®n: se juzg¨® La Coru?a a un insumiso de Gasteiz para el que el fiscal pidi¨® una pena de casi dos a?os de prisi¨®n (22 meses) por el terrible crimen de ser insumiso. Dos a?os antes ya fue juzgado por insumisi¨®n y se le impuso una pena de cuatro meses de prisi¨®n. Ahora, debido a una serie de problemas legales, se le ha juzgado de nuevo por lo que, en caso de ser condenado, tendr¨ªa que cumplir las dos penas completas. Adem¨¢s, como al no concederles a los jueces ning¨²n derecho a juzgar su conciencia no se present¨® al juicio, se enfrentar¨¢ a una orden de b¨²squeda y captura, y al encarcelamiento, hasta la realizaci¨®n del nuevo juicio. Esto no es un caso suelto. Hoy en d¨ªa, cuando la conciencia en contra del servicio militar y del ej¨¦rcito est¨¢ cada vez m¨¢s extendida, cuando el propio servicio militar est¨¢ a punto de desaparecer, el Estado sigue reprimiendo la insumisi¨®n, sigue castig¨¢ndola intentando aplastarla. Van a quitar el servicio militar y profesionalizar el ej¨¦rcito, y nos lo quieren vender como un avance. Es cierto que as¨ª no vamos a tener que malgastar una porci¨®n de nuestras vidas, ni vamos a tener que arriesgarnos a perderlas a manos de cualquier sargento Miravete; sin embargo, el principal problema no desaparece con ello. El ej¨¦rcito continuar¨¢; y con ¨¦l, la lucha antimilitarista. Y aunque con la desaparici¨®n del servicio militar desaparezca en su actual forma, la insumisi¨®n a¨²n sigue en pie.- . .
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