Goliath Copperfield
Canal Sur ha fichado a David Copperfield. Mientras le buscan un hueco en la programaci¨®n, el mago m¨¢s cotizado del mundo ha empezado a demostrar sus portentosas cualidades. El inefable novio de Claudia Schiffer hizo desaparecer al director de la serie Nostalgias de Andaluc¨ªa, Alfonso Arteseros, mientras los coordinadores de Contenidos y de Imagen de Canal Sur 2, Juan Mar¨ªa Rodr¨ªguez y Baldomero Toscano, respectivamente, presentaban el programa en un conocido restaurante sevillano. Heredero de los mejores hechiceros de los masai, Copperfield hizo desaparecer la cabecera del programa, cambi¨® la denominaci¨®n original, Nostalgias de Andaluc¨ªa, por la de Memorias de Andaluc¨ªa. Gracias a un truco bien ensayado, consigui¨® que desapareciera el programa del canal matriz de la televisi¨®n auton¨®mica, releg¨¢ndolo a Canal Sur 2. Como ten¨ªa que ganarse los altos honorarios, camufl¨® los contenidos en el contenedor y lo meti¨® con calzador en un debate con tertulianos. El mago hizo desaparecer los t¨ªtulos de cr¨¦dito del programa en la emisi¨®n del primer cap¨ªtulo, correspondiente al a?o de 1950. Franco estaba en el paso del ecuador de su mandato y ese tipo de trucos gozaban de alta estima. En Canal Sur convencieron al mago de que en nombre del despotismo ilustrado las im¨¢genes las graba el pueblo, los textos los escribe el pueblo, las m¨²sicas las compone el pueblo. Vivan los derechos de autor de las derechas de izquierda. Copperfield estuvo a punto de desmayarse de la emoci¨®n. Sac¨® de la chistera el n¨²mero que le abri¨® las puertas en Carnegie Hall y en Montecarlo: hizo desaparecer mediante un soplo el dinero que Canal Sur le deb¨ªa a Alfonso Arteseros, autor de la serie, una deuda que legalmente impide cualquier uso y abuso patrimonial de Canal Sur sobre los contenidos de los programas. Con la receta de la bomba de neutrones de alg¨²n resabiado candidato al premio Nobel, record¨® una t¨¢ctica vud¨² aprendida en una ceremonia polinesia para certificar la muerte de casi medio centenar de los testigos del programa. David Coperffield se encontr¨® al final con la prueba m¨¢s dura: de pronto se mir¨® al espejo del camerino y se percat¨® de que sus trucos, sus alardes, sus acrobacias mentales las estaba poniendo David al servicio de Goliath. Lo hab¨ªan cogido haciendo trampa b¨ªblica. Claudia Schiffer no se lo perdonar¨ªa. M¨¢s le val¨ªa el truco autobiogr¨¢fico de hacerse desaparecer a s¨ª mismo.
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