Conmoci¨®n en Rusia por el asesinato a tiros de una diputada reformista
Galina Starov¨®itova, que aspiraba a la presidencia, fue abatida en su casa de San Petersburgo
Galina Starov¨®itova, de 52 a?os, diputada de la Duma, aspirante a la presidencia y col¨ªder de Rusia Democr¨¢tica, el partido, hoy venido a menos, en el que Bor¨ªs Yeltsin se apoy¨® para llegar a la presidencia, fue acribillada a balazos el viernes por la noche a la entrada de su apartamento en San Petersburgo. Decir que la clase pol¨ªtica de Rusia estaba ayer bajo estado de choque ser¨ªa menospreciar la popularidad en todo el pa¨ªs de quien fue la mujer que m¨¢s se destac¨® en defensa de la democracia en tiempos de la perestroika de Mija¨ªl Gorbachov y de la Rusia en transici¨®n tras la ruptura de la URSS.
Miles de personas salieron anoche a manifestarse ante el Palacio de Invierno, en San Petersburgo, en repulsa por el asesinato. El crimen, evidentemente perpetrado por pistoleros a sueldo, ser¨¢ investigado por todas las estructuras policiales del Estado, incluido el Servicio Federal de Seguridad (FSB), heredero del siniestro KGB sovi¨¦tico.Los asesinos (al parecer, un hombre y una mujer), que esperaban a sus v¨ªctimas en la escalera que conduc¨ªa al apartamento de la diputada, dejaron en el lugar del crimen las dos armas, un rifle autom¨¢tico Scorpion y una pistola, con las que dispararon a Starov¨®itova (que recibi¨® tres balazos y muri¨® en el acto) y a su ayudante, el conocido periodista Rusl¨¢n Linkov, que lucha por su vida, con dos heridas en la cabeza, en un hospital de San Petersburgo.
Yeltsin se declar¨® conmocionado por la muerte de su ex colaboradora, a la que describi¨® como "una apasionada defensora de la democracia" y una de "sus m¨¢s pr¨®ximas compa?eras de armas". "Los disparos que han interrumpido su vida", a?adi¨®, "han herido a todos los rusos amantes de las ideas democr¨¢ticas. Se trata de un desaf¨ªo lanzado a toda la sociedad". El presidente ruso anunci¨® que se har¨¢ cargo personalmente de la investigaci¨®n del crimen. Por su parte, el primer ministro, Yevgueni Primakov, se mostr¨® decidido a acabar inmediatamente con estos actos de "bandidismo".
No hay, por el momento, la m¨¢s m¨ªnima pista sobre los m¨®viles del atentado. Starov¨®itova ten¨ªa intenci¨®n de ser candidata a la gobernaci¨®n de la regi¨®n de Leningrado en las elecciones que deben celebrarse el pr¨®ximo a?o, y tambi¨¦n en las presidenciales del a?o 2000. En 1996, cuando fue reelegido Yeltsin, no pudo presentarse por problemas t¨¦cnicos.
La diputada, destacada por su defensa de los derechos humanos, hab¨ªa criticado duramente las recientes declaraciones antijud¨ªas del ex general Albert Makashov, diputado comunista, que propuso cuotas limitadas de jud¨ªos en Rusia. El ex primer ministro Yegor Gaidar, que pidi¨® la ilegalizaci¨®n del partido comunista tras estas declaraciones, rindi¨® ayer a Starov¨®itova un emocionado homenaje. "Luchaba", dijo, "para demostrar que la democracia es posible en Rusia, y constituye un horrible insulto que haya sido pagada as¨ª por una tesis tan incontestable".
Para Bor¨ªs Berezovski, el maquiav¨¦lico magnate y secretario de la CEI (fallida r¨¦plica de la UE con 12 pa¨ªses de la antiguaURSS), el atentado marca una "aguda polarizaci¨®n entre las fuerzas democr¨¢ticas y fascistas", dentro del camino "elegido por los comunistas". Con tantos dardos dirigidos directamente contra su partido, Guennadi Ziug¨¢nov, l¨ªder comunista, tuvo que salir tambi¨¦n a la palestra para condenar el asesinato, un acto de terrorismo que refleja que "los bandidos han paralizado todo en Rusia". Destac¨®, adem¨¢s, la ineficacia de los servicios de seguridad, que, dijo, "no han resuelto ni uno solo de los cr¨ªmenes que han conmocionado al pa¨ªs en los ¨²ltimos a?os".
Para el primer y ¨²ltimo presidente sovi¨¦tico, Mija¨ªl Gorbachov, el asesinato tiene indudablemente m¨®viles pol¨ªticos. "Era erudita, valiente y activa", fue su epitafio. "Su muerte supone una grave p¨¦rdida para toda Rusia".
El ¨²nico dirigente que, aunque conden¨® la acci¨®n terrorista, se atrevi¨® a se?alar la posibilidad de que el m¨®vil no fuese pol¨ªtico, sino ligado a una supuesta actividad comercial, fue el ultranacionalista Vlad¨ªmir Zhirinovski. Un pr¨®ximo colaborador de la diputada neg¨® esa hip¨®tesis. "Nunca estuvo conectada con las finanzas", se?al¨®. Un periodista armenio, miembro de la comisi¨®n de derechos humanos de su pa¨ªs, dijo que fue testigo el pasado d¨ªa 17 de c¨®mo era amenazada de muerte en el bar de la Duma por un hombre barbudo.
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