Que hablen los cient¨ªficos
Los datos son irrebatibles, pero las interpretaciones, no. La primera encuesta m¨ªnimamente seria sobre la mortalidad de los deportistas de alto nivel que exist¨ªa hasta el momento hablaba de que su esperanza de vida estaba por encima de la media de la poblaci¨®n general. La que hoy publicamos del Nouvel Observateur, referida exclusivamente a ciclistas franceses participantes en el Tour, parece llevarle la contraria. Viene a reflejar una mortalidad por accidentes cardiacos entre los corredores que han disputado la carrera francesa muy superior a la de la media de la poblaci¨®n, pero s¨®lo en lo que podr¨ªamos llamar la edad moderna del ciclismo, a partir de los a?os 60. Para algunos, la ¨¦poca en que el dopaje pas¨® de la era artesana a ser un arma generalizada entre los que quer¨ªan sobrevivir en el deporte m¨¢s duro. Tom Simpson, se recuerda, muri¨® en 1967 cargado de anfetaminas y co?ac. Pero tambi¨¦n, que no se olvide, es la era en que lleg¨® la televisi¨®n en directo, en que comenzaron con fuerza los patrocinios comerciales a los equipos, en que el deporte empez¨® a ser sin¨®nimo de espect¨¢culo de masas. En los a?os 70 no era infrecuente el ciclista que sumaba m¨¢s de 200 d¨ªas de competici¨®n al a?o. Fue el tiempo en que los entrenamientos y la competici¨®n se segu¨ªan sin ning¨²n control m¨¦dico y en que el masajista era la m¨¢xima autoridad a la hora de recomendar la mejor ayuda.Los ciclistas de la ¨²ltima ¨¦poca, la llamaremos post moderna, a¨²n son demasiados j¨®venes como para ser protagonistas de una encuesta de mortandad. Son, sin embargo, el objetivo de una campa?a moralizante. Se trata del dopaje cient¨ªfico. Que se prohiba la qu¨ªmica, que se persiga como al demonio, exigen. Olvidan, sin embargo, que nunca han estado los deportistas igual de protegidos y cuidados como ahora en que la figura del m¨¦dico especialista del ejercicio se ha generalizado. Son los cient¨ªficos del deporte, los que mejor conocen el organismo humano sometido a las sobrehumanas leyes de la b¨²squeda del m¨¢s lejos. Son elloslos que deben empezar a hablar alto para que se les entienda. Son ellos los que tienen que explicar por qu¨¦ a veces puede ser mejor una dosis de EPO que dejar a un corredor terminar una etapa an¨¦mico o exhausto. Y si se renuncia a ellos, empecemos tambi¨¦n a renunciar al deporte espect¨¢culo. O lo que sea.
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