Galina en la ciudad sin ley
Liudmila Alexeieva, destacada activista de los derechos humanos, asegura que Galina Starovoitova "se cruz¨® en el camino de demasiada gente: comunistas, nacionalistas e incluso aquellos que en teor¨ªa pertenecen al campo democr¨¢tico". Seg¨²n ella, la diputada hab¨ªa manifestado que estaba a punto de descubrir la identidad de los autores de uno de los cr¨ªmenes m¨¢s espectaculares de los ¨²ltimos a?os, cometido en julio de 1997 en San Petersburgo: el del vicealcalde y jefe de privatizaciones de la ciudad, Mija¨ªl Man¨¦vich.La antigua capital imperial, que en el 2003 cumplir¨¢ tres siglos, deslumbra por la belleza de sus templos, palacios, avenidas y canales. Junto al m¨¢s conocido de ¨¦stos, el Griboi¨¦dov, est¨¢ la casa en la que Starovoitova fue abatida el viernes por los disparos de dos pistoleros. Era el quinto atentado pol¨ªtico cometido en la ciudad en tan s¨®lo dos meses.
Alexandr Bel¨¢yev, ex vicepresidente del Parlamento local, afirma que "los grupos criminales quieren hacerse con el poder y matan a cualquiera que se cruce en su camino". El atentado afecta al esfuerzo de Starovoitova por impedir ese asalto mediante el apoyo a un frente liberal en los comicios del 6 de diciembre. El juego sucio se pone de manifiesto, por ejemplo, en el intento de evitar la victoria de algunos candidatos haciendo que concurran otros (comprados) con el mismo nombre, para dividir el voto.
El s¨¢bado, mientras miles de personas se manifestaban ante el Palacio de Invierno, los representantes de las fuerzas democr¨¢ticas sacaron una lecci¨®n pol¨ªtica del duelo y decidieron presentar candidatos conjuntos. La diputada aspiraba, adem¨¢s, a ser gobernadora de la regi¨®n de Leningrado, que rodea a San Petersburgo. La elecci¨®n ser¨¢ dentro de 10 meses.
Olga, hermana de Galina, se mostr¨® ayer partidaria de que ¨¦sta sea enterrada, ma?ana, en el monasterio petersburgu¨¦s de Alexandr Nevski. Si as¨ª se hace, tendr¨¢ como ilustres vecinos de tumba a Fi¨®dor Dostoievski y Poiotr Chaikovski.
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