"El sistema educativo no est¨¢ pensado para los ni?os gitanos"
Mario Gaviria, catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa de la Universidad P¨²blica de Navarra, lleva 10 a?os estudiando el mundo gitano. El pasado martes dio una conferencia sobre el tema en la C¨¢tedra Unesco de Minor¨ªas, Nacionalismos y Culturas Transnacionales de la Universidad Complutense de Madrid. Es autor de un estudio sobre los gitanos para el Gobierno navarro.Pregunta. La situaci¨®n de los gitanos en Espa?a, ?mejora o empeora?
Respuesta. Es mejor que nunca y ellos son conscientes, sobre todo cuando ven c¨®mo llegan a Espa?a los gitanos europeos, especialmente los rumanos. El 50% de los gitanos espa?oles tiene trabajo, mayoritariamente en la venta ambulante, pero ser asalariado es ya algo normal entre ellos. Tener vivienda es una realidad, que hace a?os parec¨ªa imposible. Y tambi¨¦n el acceso a la salud p¨²blica. Antes la ¨²nica relaci¨®n que ten¨ªan con payos era con la Guardia Civil. Hoy la relaci¨®n con los payos es fluida. Pero los gitanos sufren exclusi¨®n social: si los excluidos espa?oles son un 4% de la poblaci¨®n, una cuarta parte, unas 400.000 personas, son gitanos.
P. ?Puede hablarse de integraci¨®n?
R. M¨¢s bien de incorporaci¨®n. Hay que afrontar una parte de la realidad de la que no suele hablarse, por ser pol¨ªticamente incorrecto: los gitanos se autoexcluyen de la integraci¨®n. Ellos se rigen por un c¨®digo que proviene de sus or¨ªgenes milenarios como castas y subcastas en la India: ese c¨®digo dice que el gitano tiene que ser puro, tiene que obedecer al jefe m¨¢s fuerte, no puede consentir que la mujer no sea virgen. Las gitanas viven muchas veces semisecuestradas, y su esperanza de vida, aunque ha mejorado, sigue siendo unos siete a?os menor que la de los hombres.
P. ?Puede hablarse de un racismo gitano?
R. No son racistas, no son machistas; es otra cosa: quieren preservarse puros. Por eso hacen que los ni?os, y sobre todo las ni?as, abandonen la escuela. El sistema educativo, pese a las buenas intenciones, no est¨¢ pensado para los ni?os gitanos. La LOGSE, al obligar a los ni?os a trasladarse de localidad para ir a clase, ha provocado que hoy a los 12 a?os los padres retiren de la escuela a los ni?os. El resultado es que en la Universidad no habr¨¢ ni 200 gitanos.
P. La familia gitana, ?puede resistir las presiones de la sociedad actual?
R. Viven en la contradicci¨®n. Saben que la democracia les ha permitido desarrollarse, pero se resisten a vivir democr¨¢ticamente. Tienen el payo dentro de casa, es decir la tele. Pero la familia es la ¨²nica instituci¨®n que aceptan, y es sorprendentemente fuerte. Se trata de una familia cada vez m¨¢s reducida, porque la instrucci¨®n y los anticonceptivos hacen su labor. Es una familia compuesta por quienes hacen algo conjuntamente, y mientras lo hacen; por quienes viajan juntos.
P. Se identifica a menudo gitanos y drogas. ?Hasta qu¨¦ punto amenaza la droga a la familia gitana?
R. Apenas el 2% de los gitanos venden drogas. Hubo un pacto, que ha funcionado, entre las autoridades y los patriarcas gitanos: ¨¦stos han logrado controlar el abastecimiento pac¨ªfico de la droga. Un ejemplo: mientras en EEUU la droga provoca violencia entre los negros del gueto y rompe las familias, eso no pasa con los gitanos espa?oles. Las familias gitanas afectadas por la droga est¨¢n incre¨ªblemente cohesionadas en la desgracia. Bien es verdad que mientras en EEUU uno de cada mil presidiarios es negro, aqu¨ª es gitano el 1%.
P. ?La religi¨®n es un factor positivo para los gitanos?
R. Son adaptativos. Unas veces cat¨®licos, otras evang¨¦licos. La Iglesia Evang¨¦lica de Filadelfia tiene muchos fieles gitanos, y es positiva para las mujeres, que salen de casa para cantar y verse, y tambi¨¦n por su prohibici¨®n del alcohol y de los malos tratos. Pero los gitanos salen y entran de la religi¨®n.
P. ?Qu¨¦ pol¨ªtica sensata se puede aplicar, pues?
R. Seguir ofreci¨¦ndoles recursos sociales; permitirles la venta ambulante, concederles pensiones de invalidez anticipadas, porque alguien que lleva trabajando desde ni?o llega a los 50 a?os machacado; y hacer que no vivan en guetos: eso s¨®lo provoca hostilidad hacia ellos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.