Zaplana justifica la "batalla de Valencia" al afirmar que "tal vez fue necesaria"

El acto de homenaje a la figura de Fernando Abril Martorell, uno de los art¨ªfices de la transici¨®n pol¨ªtica en Espa?a desde su posici¨®n de ¨ªntimo colaborador de Adolfo Su¨¢rez, permiti¨® al presidente de la Generalitat una reflexi¨®n extempor¨¢nea respecto a los enfrentamientos registrados en la Comunidad Valenciana en torno a las se?as de identidad y, espec¨ªficamente, sobre la lengua. Eduardo Zaplana dej¨® caer que "la pol¨¦mica de entonces, tal vez necesaria, ha dejado paso hoy al juicio racional", con la aprobaci¨®n de una Acad¨¨mia de la Llengua que a¨²n carece de miembros. Ram¨®n Tamames, Jos¨¦ Pedro P¨¦rez Llorca, ??igo Cavero o Antonio Garc¨ªa Miralles glosaron la figura del homenajeado.

El acto institucional de homenaje a la figura del valenciano Fernando Abril Martorell estuvo plagado de buenas palabras y menciones laudatorias hacia la condici¨®n de hombre de Estado del ex ministro de Econom¨ªa y ex vicepresidente de los primeros gobiernos de Adolfo Su¨¢rez, caracterizado como uno de los impulsores de los hist¨®ricos Pactos de La Moncloa. La dimensi¨®n valenciana de su labor pol¨ªtica, como diputado de UCD por Valencia en la primeras Cortes constituyentes, pas¨® desapercibida para la mayor¨ªa de los oradores. S¨®lo Zaplana desliz¨® una menci¨®n a la denominada batalla de Valencia, que no cit¨®, en torno a la pol¨¦mica ling¨¹¨ªstica desatada hace m¨¢s de dos d¨¦cadas y que todav¨ªa empa?a las relaciones pol¨ªticas en la Comunidad Valenciana. El presidente de la Generalitat di¨® por superados los enfrentamientos ling¨¹¨ªsticos, gracias al dictamen al respecto del Consell Valenci¨¤ de Cultura y la posterior aprobaci¨®n de la ley de creaci¨®n de la Acad¨¨mia Valenciana de la Llengua, que tampoco cit¨®. Pero mencion¨®, sin mayor argumentaci¨®n, que aquella pol¨¦mica que envenen¨® la transici¨®n en la Comunidad Valenciana "tal vez fue necesaria". Zaplana cerr¨® su alocuci¨®n con una menci¨®n a su ¨²ltima entrevista con Abril Martorell, en la que le solicit¨® "ayuda para resolver la cuesti¨®n de la lengua". El presidente record¨® la sonrisa del homenajeado cuando el comunic¨® que "poco pod¨ªa hacer" porque estaba aquejado de una grave enfermedad que a la postre le caus¨® la muerto. El presidente justific¨® el acto como "un justo y merecido homenaje a un valenciano al que apreciamos, un hombre bueno que dej¨® una profunda huella entre los que tuvimos el placer de conocerle". Precedieron a Zaplana diversos oradores que glosaron la figura de Abril Martorell. Ram¨®n Tamames, diputado del PCE en las Cortes constituyentes, record¨® la calidad de "la mirada" del entonces poderoso vicepresidente, de quien destac¨® su contribuci¨®n al ¨¦xito de los Pactos de La Moncloa. Jos¨¦ Pedro P¨¦rez Llorca, compa?ero de Abril Martorell en el Gobierno de Su¨¢rez, resalt¨® su "bondad inteligente, activa, interventora", tanto como su "socarroner¨ªa valenciana". Antonio Garc¨ªa Miralles, el presidente de las Cortes Valencianas que negoci¨® los previos del Estatut d"Autonom¨ªa se?al¨® la capacidad del fallecido para "mirar algo m¨¢s all¨¢ de los acuerdos entre partidos". ??igo Cavero, colega del Gabinete Su¨¢rez y actual presidente del Consejo de Estado, abund¨® en la condici¨®n de "negociador tenaz" de Abril Martorell. Jaime Mayor Oreja, ministro del Interior, record¨® el calor que supo transmitir el dirigentes de UCD a los j¨®venes militantes de Guip¨²zcoa y se refiri¨® al homenajeado como "un s¨ªmbolo de la transici¨®n".