El asesinato de una diputada, arma arrojadiza pol¨ªtica

La diputada Galina Starov¨®itova ser¨¢ enterrada hoy en San Petersburgo, mientras su asesinato, cometido el viernes en esa ciudad, sigue siendo utilizado como arma arrojadiza entre el sector reformista radical, hoy alejado del poder, y las fuerzas de izquierda y nacionalistas, mejor representadas en el Gobierno que nunca en los ¨²ltimos siete a?os. El l¨ªder comunista, Guennadi Ziug¨¢nov, cuya condena del atentado es considerada tibia e incluso hip¨®crita por el otro bando, pidi¨® ayer que se adopten medidas duras para restaurar el orden en el pa¨ªs.El primer ministro, Yevgueni Primakov, prometi¨® una lucha sin cuartel contra el crimen, el extremismo y la corrupci¨®n, pero rechaz¨® implantar el estado de emergencia, como piden algunos correligionarios de Ziug¨¢nov. "No tomaremos medidas", se?al¨® el jefe de Gobierno, "que puedan conmocionar m¨¢s a la sociedad y que puedan conducir a m¨¦todos dictatoriales en la direcci¨®n del pa¨ªs".

El l¨ªder comunista opina que, para devolver las aguas a su cauce, es necesario el "fortalecimiento del Estado", una terminolog¨ªa en la que los defensores del sistema que entr¨® en crisis el pasado 17 de agosto detectan el deseo de regresar al r¨ªgido control estatal de los tiempos sovi¨¦ticos.

En opini¨®n de Ziug¨¢nov, los liberales radicales llevan dos meses utilizando los medios de comunicaci¨®n que controlan para lanzar "provocaciones a gran escala". Se refiere, sobre todo, a la tormenta desatada por las declaraciones antisemitas de un general y diputado comunista, Albert Makashov, que provoc¨® incluso peticiones de que se ilegalizase el partido comunista.

Elecciones regionales

Esa cuesti¨®n estuvo en el centro de la campa?a electoral para el Parlamento de la regi¨®n de Krasnodar. El movimiento procomunista Patria se hizo el domingo con 39 de los 50 esca?os en disputa despu¨¦s de que el gobernador, Nikol¨¢i Kondratenko, que apoyaba a este bloque, entrase de lleno en la disputa. "Nadie dice nada", afirm¨®, "si alguien asegura que no le gustan los franceses o los ingleses, pero, si dice que no le gustan los jud¨ªos, se convierte en el crimen del siglo". Aparentemente, el profundo sentimiento antisemita asentado en buena parte de la poblaci¨®n rusa ha dado en esta ocasi¨®n buenos dividendos electorales.Al otro lado del espectro pol¨ªtico se intenta tambi¨¦n sacar partido, presentando a los comunistas como los responsables del clima de tensi¨®n que atraviesa el pa¨ªs. Sergu¨¦i Alex¨¦iev, dirigente de Rusia Democr¨¢tica, el partido del que Starov¨®itova era col¨ªder, ha declarado que ¨¦sta investigaba la supuesta financiaci¨®n ilegal del Partido Comunista.