La burgues¨ªa del 2000
Los relevos generacionales que se est¨¢n produciendo en el coraz¨®n de la clase empresarial catalana ofrecen algunos registros innovadores. Uno de ellos es el que resume la vocaci¨®n del reci¨¦n creado Comit¨¦ de Nuevas Iniciativas del C¨ªrculo Ecuestre, integrado por ocho empresarios y profesionales de entre 28 y 38 a?os y autoproclamado impulsor de los foros civiles catalanes. Cuatro de los miembros de este comit¨¦, Miquel Suqu¨¦ i Mateu, Alfonso Vil¨¤ Recolons, Sergio Ferrer-Salat i Serra y Carlos Galofr¨¦ i Bofill, son industriales de tercera generaci¨®n; otros dos, Eusebio G¨¹ell Malet y Borja Garc¨ªa-Nieto, desempe?an cargos financieros y descienden de n¨²cleos familiares que hunden su ra¨ªces en la imaginer¨ªa industrial que ha forjado la Catalu?a moderna; y los dos restantes, Jaime Malet y Juan Corona, principales promotores del grupo, son profesionales en ejercicio y est¨¢n vinculados al mundo acad¨¦mico. Los herederos piden voz, se arremolinan en torno a programas m¨ªnimos y quieren concatenar su innovaci¨®n con el estilo liberal y europe¨ªsta cl¨¢sico, aunque, de momento, s¨®lo ocupan el espacio esc¨¦nico, mientras aspiran a vertebrar una alternativa. En cualquier caso, reclaman protagonismo en plena encrucijada del cambio de siglo, y es innegable que proyectan uno de los pliegues m¨¢s genuinos de una hegemon¨ªa en ciernes: la burgues¨ªa del 2000. Aunque se definen neutrales respecto a los partidos pol¨ªticos, alientan un catalanismo reformista concomitante con aquella tercera Catalu?a que modul¨® la patria derrotada de posguerra. En tanto que grupo organizado, los j¨®venes del Ecuestre resumen una nueva generaci¨®n de industriales y financieros de Barcelona cuyas caracter¨ªsticas todav¨ªa son apenas perceptibles, salvo en las costumbres que perduran, como el singular biling¨¹ismo del castellanohablante de toda la vida, propio de las capas acomodadas de Barcelona. Respecto a la vocaci¨®n de influir, los componentes de este Comit¨¦ de Nuevas Iniciativas revelan un programa bic¨¦falo: defienden el culto a la eficiencia econ¨®mica y, al tiempo, anhelan para los emprendedores de hoy el amor de sus abuelos por la cultura y el mecenazgo. PASA A LA P?GINA 6
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